Santo Domingo.-Febrero se identifica como el mes del amor. Los escaparates se visten de rojo y San Valentín se pasea por sus lares, surgiendo de repente en cualquier vitrina, arco en manos, esparciendo flechas de amor y buena voluntad.
Aunque el amor no tiene edad, cada edad sí tiene su modo de manifestar y sentir el amor. Mientras que de las personas maduras, -solteras o casadas-, se espera vivan su amor con madurez, estabilidad y responsabilidad, para los adolescentes puede ser diferente.
De acuerdo a Marina Orbe, psicóloga clínica y terapista familiar del departamento de Psicología de Profamilia, el primer amor puede ser, para los padres motivo de preocupación, aunque forma parte del desarrollo integral del ser humano.
Los efectos
Orbe indica que los adolescentes sienten los primeros embates amorosos en la pubertad, como una muestra firme de que la infancia toca a su fin.
Sin duda alguna, esta es una época de profundos cambios que los afectan en su modo de pensar, actuar, relacionarse con los demás y su propia identidad.
“El despertar hormonal genera un cambio respecto a la sexualidad, sus cuerpos cambian para ser diferentes. Entonces ahí se produce el enamoramiento, que le podemos llamar el primer amor. En ocasiones, creen que será el único y nunca más se podrán enamorar nuevamente, porque entienden que están frente al amor de su vida”, explica la terapista familiar.
Marina Orbe afirma que la realidad es que algunos se enamoran, se desenamoran y vuelven a enamorarse, sufren y se sienten infelices y luego felices.
Cómo identificar su amor
Indica que el enamoramiento puede durar muy poco, uno o dos meses, pues es propio de la etapa por la que están atravesando.
Sin embargo, para ellos es un hecho muy importante y significativo en su vida y por lo general tiene características parecidas:
•La higiene personal pasa a ser lo primordial, están más interesados en cómo lucen.
• Pueden parecer distraídos o despistados, es como si anduvieran en las nubes.
• Pérdida de apetito o mucho interés en hacer dietas o ejercicios.
• Pasan horas chateando, hablando por sus móviles.
• En algunos casos tienden a bajar el rendimiento académico y en otros entran en competencia, como forma de llamar la atención.
• Sus salidas al centro comercial o a la casa de sus amigos son más frecuentes que antes.
• Tienden a enojarse fácilmente y con frecuencia con sus padres.
• En ocasiones su cambio de humor va a depender de cómo estén con su parejita.
Los padres
Algunos padres se aterrorizan cuando sus hijos adolescentes se enamoran y fruto de ese miedo tienden a minimizar sus sentimientos diciéndoles: “eso es una tontería”, “qué vas tú a saber lo que es estar enamorado”.
Sin embargo, explica Orbe, “lo importante es hacerles saber que eso que sienten es normal; que es lindo, que generalmente a esa edad a todos nos ocurre, que a ti también te ocurrió, como papá o mamá”.