El cálculo o tártaro dental es una capa sólida que se adhiere a los dientes.
Todo comienza por no desprender en su totalidad los restos alimenticios y la placa bacteriana luego de las comidas, estos restos se acumulan de manera excesiva sobre la dentadura, las encías, las prótesis o dientes postizos y aparatos ortodónticos; las sales minerales que contiene la saliva hacen que se endurezca la placa y se forme el tártaro. Por dicha razón, el tártaro aparece con mayor frecuencia cerca de la salida de los conductos salivales, específicamente a nivel de molares superiores (muelas) y en las caras posteriores de dientes delanteros inferiores.
Cuando el cálculo está formado y adherido, es muy difícil que el paciente pueda eliminarlo por sí mismo. La manera recomendada es visitando el odontólogo para que le practique una profilaxis dental, en caso de que el tártaro haya penetrado por debajo de las encías, el odontólogo le hará un raspado radicular para limpiar toda la zona de manera eficiente.
El descuido de dejar plantado sobre los dientes el cálculo, traerá problemas como: caries, mal aliento, irritación, inflamación e infección en las encías y luego avanzará desencadenando una enfermedad periodontal (de las encías), una periodontitis, la cual puede provocar la perdida dental.
Cabe destacar que el tártaro es de superficie muy porosa y absorbe pigmentos, por lo que, con el tiempo puede teñirse de un color más oscuro, principalmente en personas fumadoras, aquellas que consumen en exceso el café, vino tinto y alimentos con colorantes.
Muchas veces la cantidad de tártaro acumulada produce mal sabor en la boca, aparte de que deteriora bastante la imagen personal ya que, sugiere poca pulcritud.
La salud general y la higiene corporal empiezan por la boca.
Dios le bendiga abundantemente.