Edilí Arias 
Santo Domingo.– Una DANA, o Depresión Aislada en Niveles Altos, es un fenómeno meteorológico que se presenta cuando una masa de aire frío se desprende de la circulación atmosférica general y queda aislada en niveles altos, rodeada de aire más cálido.
Este aislamiento genera inestabilidad atmosférica significativa y suele desencadenar lluvias intensas y persistentes, fuertes vientos, tormentas eléctricas e incluso granizo.
Se forman generalmente en latitudes medias, como el Mediterráneo, donde las variaciones de temperatura y humedad en distintas capas de la atmósfera son marcadas.
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El aire frío en altura interactúa con aire más cálido y húmedo de las capas bajas, generando condiciones favorables para precipitaciones intensas que, al permanecer en la misma región durante varios días, pueden producir acumulaciones de agua peligrosas y, en consecuencia, inundaciones severas en áreas vulnerables.
Valencia
El Gobierno valenciano confirmó recientemente una cifra provisional de víctimas mortales a causa de las inundaciones generadas por la última DANA en Valencia, ascendiendo a 70 personas.
La catástrofe ha afectado también a otras zonas, con reportes de fallecidos en Castilla-La Mancha, donde el gobierno ha anunciado la declaración de zona catastrófica en las áreas afectadas.
Las DANAs, que ya representan uno de los principales responsables de episodios severos de inundación en España, como en la Comunidad Valenciana y el sureste peninsular, han ganado aún más relevancia ante el cambio climático, que parece intensificar y aumentar la frecuencia de estos fenómenos.
A pesar de que las herramientas de predicción han mejorado, la gestión de estos episodios sigue siendo un reto para la protección civil en regiones propensas a inundaciones repentinas y a interrupciones en la infraestructura, el tráfico y la vida cotidiana.
