¿Deberían las empresas de telecomunicaciones en Estados Unidos ofrecer internet con igualdad de acceso para todos?
Ya lo hacen, pero este jueves el panorama cambió drásticamente.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) decidió revertir la normativa aprobada en 2015 bajo el gobierno del expresidente Barack Obama que protege la llamada «neutralidad de internet» .
La FCC está ahora controlada por el gobernante Partido Republicano, que desde que Donald Trump asumió la presidencia en enero de este año propuso acabar con estas regulaciones.
El posible fin de la «net neutrality», como se le conoce en inglés, provocó críticas y protestas de activistas opuestos al gobierno de Trump y de gigantes tecnológicos como Apple y Facebook.
¿Qué es la neutralidad de internet?
Hasta ahora las leyes actuales en Estados Unidos establecían que los proveedores de servicios de internet (ISP, por sus siglas en inglés) deben proporcionar a los usuarios igual acceso a todos los contenidos (legales), independientemente de cuál sea la fuente.
Por tanto, todos los datos e información deben suministrarse en el mismo nivel y las compañías de telecomunicaciones no pueden bloquear contenido ni reducir la velocidad de cierto tráfico en internet.
Sin protecciones básicas de la neutralidad de internet servicios como Skype y Netflix hubiesen tenido una muerte temprana».
Tampoco pueden dar tratamiento preferencial a su propio contenido para desfavorecer a sus competidores.
El profesor de Derecho Tim Wu, quien acuñó el término en 2002, dijo en una columna publicada hace casi un mes en el diario The New York Times que «sin protecciones básicas de la neutralidad de internet servicios como Skype y Netflix hubiesen tenido una muerte temprana».
¿Cuál es el impacto de eliminarla?
Sin leyes que protejan estos principios, los activistas a favor de la neutralidad de internet argumentan que los ISP tendrán rienda suelta para explotar nuevos poderes al limitar ciertos tipos de tráfico de internet.
Por ejemplo, una ISP podría decidir si cobra extra por el uso de un servicio como Netflix o si darle ventaja a una compañía al no contar el uso de ciertos servicios cuando les cobre los datos de ancho de banda a sus usuarios.
Estos escenarios son hipotéticos, pues hasta el momento han estado prohibidos por la ley.
«Los ISP podrían crear una vía rápida especial para los proveedores de contenido que quieran pagar más», le dijo a la BBC el pasado mes de julio Corey Price, vicepresidente de la plataforma de streaming de contenidos pornográficos PornHub.
«Eso significa que el streaming (la retransmisión o descarga de datos) puede ser más lento, especialmente en lo que respecta a la pornografía en internet», añadió.
Según los analistas, poner fin a las regulaciones implicará una victoria para las grandes empresas de telecomunicaciones, que contarán con más libertad y poder en sus operaciones.
Algunas compañías, sin embargo, han dicho que no aprovecharán un cambio en la normativa para comenzar a cobrarles a proveedores de contenidos por el acceso a los consumidores.
Es importante entender que la orden propuesta por la FCC se basa en una comprensión defectuosa y objetivamente inexacta de la tecnología de internet».
En el blog de la empresa Comcast, uno de sus gerentes escribió a mediados de noviembre: «Comcast ha hecho de la neutralidad de internet una promesa a nuestros clientes y continuaremos siguiendo esos estándares, sin importar las regulaciones que estén vigentes».
¿Qué dicen los que quieren eliminarla?
Los que abogan por el fin de la neutralidad de internet argumentan que esta restringe indebidamente el mundo empresarial y que es necesario actualizar la legislación.
El principal abanderado del cambio es el director de la FCC, Ajit Pai, quien fue nombrado por el presidente Trump.
Según Pai, las regulaciones de la era Obama no han hecho más que «deprimir la inversión en la construcción y expansión de redes de banda ancha, y desalentar la innovación».
El ente regulador ha argumentado en meses previos que el posible impacto de una desregulación «ha sido exagerado» y que esta ayudaría a mejorar la competencia y a remover la intromisión del gobierno sobre el uso de internet.
En una decisión diseñada para disipar los temores de un posible juego sucio, explica el corresponsal de la BBC Dave Lee, la FCC y la Comisión Federal del Comercio de EE.UU. (FTC, por sus siglas en inglés) anunciaron el lunes pasado una colaboración conjunta para castigar el comportamiento injusto de las empresas de telecomunicaciones.
¿Quiénes defienden su permanencia?
Más de 180 compañías tecnológicas del país realizaron una protesta en internet el pasado julio llamada «Día de la Acción», en la que participaron gigantes como Google, Amazon y Facebook.
A mediados de noviembre, cuando se conoció el borrador de la FCC para proponer los cambios sobre la neutralidad en la red, cientos de compañías volvieron a cargar contra la iniciativa.
Facebook dijo que estaban «decepcionados de que la propuesta de la FCC fallara en mantener las fuertes protecciones a la neutralidad de internet que aseguran que permanezca abierta para todos».
En su propio comunicado, Google dijo que la normativa actual «estaba funcionando bien».
Mientras, Netflix escribió en Twitter: «Este borrador no ha sido votado oficialmente, así que estamos oponiéndonos públicamente y en voz alta ahora».
En una carta abierta al ente regulador, un grupo conformado por 1.000 negocios pequeños en EE.UU., escribió: «Dependemos de una internet abierta, incluidas reglas de neutralidad de la red, que garanticen que las grandes compañías de cable no puedan discriminar a personas como nosotros».
Días antes de la votación de este jueves en el FCC, otra carta abierta, esta vez firmada por varios pioneros de la red , dijeron que la comisión «no sabe lo que está haciendo».
«Es importante entender que la orden propuesta por la FCC se basa en una comprensión defectuosa y objetivamente inexacta de la tecnología de internet«, se lee.
Entre los signatarios, hay arquitectos de la World Wide Web (www), como Vint Cerf y Sir Tim Berners-Lee, junto a Steve Wozniak, cofundador de Apple.