El hombre de 74 años afectado por la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC), tras sufrir la picadura de una garrapata en Buenasbodas (Toledo) y que había sido ingresado la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel de Hospital público La Paz-Carlos III, ha fallecido este domingo.
Desde 2016, en España se han confirmado un total de 15 casos de fiebre hemorrágica Crimea-Congo (FHCC) de los que han fallecido seis, dos de ellos este año, todos ellos hombres mayores de 50 años contagiados en el medio rural.
Nos adentramos en esta enfermedad infecciosa con datos de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC)
Cómo se transmite
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad febril que se puede acompañar de hemorragias y tener un posible desenlace fatal y está provocada por un virus (vFHCC) del género Nairovirus.
La transmisión principal es por la picadura de garrapatas, aunque también se puede contagiar por el contacto con carne fresca contaminada, mediante la ingesta de leche fresca procedente de animales infectados, o en el entorno sanitario, por la manipulación de materiales y fluidos biológicos como sangre, vómitos o heces de enfermos que han desarrollado esta fiebre.
Manifestaciones clínicas
La mayoría de veces, las personas afectadas por la picadura de una garrapata infectada por el virus, no desarrollan las manifestaciones clínicas de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Es más, es muy posible que ni siquiera sean conscientes de que han sido picados por una garrapata.
Las manifestaciones clínicas (signos y síntomas) son inespecíficas. Los pacientes pueden desarrollar fiebre elevada, cefalea, cansancio, dolor muscular que pueden desaparecer en días o semanas. No obstante, se estima que en el peor escenario, 1 de cada 5 personas, desarrolla el cuadro clínico de fiebre hemorrágica.
Fase pre-hemorrágica: Tras el periodo de incubación (suele oscilar entre 3 y 7 días) el paciente desarrolla un cuadro inespecífico con fiebre elevada, cefalea, sudoración, dolores musculares, y manifestaciones digestivas en forma de nauseas, vómitos y diarrea que suele durar entre 1 y 7 días. En esta fase se puede observar un descenso importante en las plaquetas, disminución de leucocitos y elevación de las transaminasas hepáticas.
Fase hemorrágica: se caracteriza por la aparición de petequias/equimosis en piel y mucosas, que se pueden acompañar de sangrado digestivo. También se produce un deterioro de conciencia en función de la afectación de otros órganos. En esta fase el descenso de plaquetas es más acusado y suele existir mayor grado de afectación hepática. En los peores casos sobreviene la muerte en pocos días.
Las personas que sobreviven entran un periodo de convalecencia, en el que suele existir taquicardia, dificultad respiratoria, astenia intensa, pérdida de memoria, en otras. Puede persistir durante largos periodos de tiempo. La mortalidad de fiebre hemorrágica se sitúa en torno al 30 %.
Existen otras enfermedades transmitidas por garrapatas en nuestro medio, que pueden confundirse con este virus debido a la similitud de sus manifestaciones clínicas. Debemos descartar la fiebre botonosa o exantemática mediterránea y cuadros afines provocados por diferentes especies de Rickettsia. También transmiten la enfermedad de Lyme.
Cómo se diagnostica
El diagnóstico de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se basa en la sospecha clínica. En el caso de la FHCC el desarrollo de fiebre en un paciente que haya sido picado o que haya podido ser contagiado, es aconsejable realizar un análisis de sangre (hemograma y enzimas hepáticos).
En función del resultado se orientarán las posibles causas y se realizarán pruebas específicas, que van desde la detección de anticuerpos a la realización de pruebas moleculares como el cultivo.
En el caso de la FHCC lo más rentable es realizar una PCR en los primeros días del comienzo de la sintomatología. En todo caso, unas pruebas específicas negativas no excluyen definitivamente que nos encontremos ante una FHCC y las manifestaciones clínicas deben ser las que guíen las actuaciones del personal sanitario.
Cómo se previene la fiebre hemorrágica Crimea-Congo
La mejor forma de prevenir la FHCC es evitar las picaduras de estos artrópodos. Popularmente se piensa que las garrapatas se encuentran solo en zonas rurales y que se alimentan en perros, pero es falso.
Es cierto que la inmensa mayoría de la población de garrapatas se encuentra en zonas rurales, pero podemos encontrar garrapatas y ser picado por ellas en los parques de las ciudades. Habitualmente las garrapatas se encuentran esperando en la hierba alta a que pase un animal (incluidas las personas) y si pasamos por esa zona la garrapata se puede adherir a nuestro cuerpo, anclando sus piezas bucales y alimentándose de nosotros.
Para evitar que nos pique una garrapata, cuando vamos a pasear o trabajamos en zonas donde las hay, debemos:
- Llevar ropa adecuada que cubra la mayor parte del cuerpo. Se debe llevar pantalón largo que esté introducido dentro los calcetines o del calzado.
- La ropa oscura atrae menos a las garrapatas, pero es aconsejable llevar ropa clara para poder observar la garrapata encima de la ropa y retirarla antes de que nos pique. Puede ser útil rociar la ropa con repelentes, aunque algunos estudios dicen que no es eficaz.
- Otra medida es buscar algún antrópodo, tras las salidas al campo. Si revisamos el cuerpo y nos encontramos una garrapata y la retiramos correctamente lo antes posible, podemos evitar la transmisión.
- En ningún caso debemos manipularlas o rociarlas con gasolina, aceite u otros productos. La correcta forma de extraer la garrapata se debe hacerse con pinzas que se introduzcan entre la cabeza y la piel de la persona/animal, haciendo una tracción firme y mantenida en ángulo recto.
Cómo se trata la fiebre hemorrágica
No hay un tratamiento que se haya mostrado eficaz en el cien por cien de los casos. Lo más importante son las medidas de soporte en las unidades de hospitalización dedicadas al tratamiento y control de este tipo de pacientes, según SEIMC.
En algunos pacientes la ribavirina (un agente antiviral) se ha mostrado eficaz. Siempre se debe contemplar la posibilidad de que exista co-infección por otros agentes, que pueden agravar el cuadro clínico para lo que puede existir un tratamiento.
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