La Dra. Alejandrina Germán, actual Ministra del MESCYT, publicó el 24 de febrero del 2015 un valioso artículo en el periódico El Caribe donde aborda el mismo tema que estoy tratando en esta serie. Se titula El boschismo en la perspectiva histórica. En ese texto afirma la Dra. Germán: “El boschismo es una doctrina, una ideología, la única doctrina política creada en República Dominicana. Y al hablar de doctrina, nos referimos también a un pensamiento, a una escuela, que en lo que respecta a la realidad dominicana, encuentran fundamentos en las más de 50 obras escritas por el pensador dominicano y universal”.
Comparto su criterio, con la única excepción de que afirmaría que es la única doctrina política creada por un dominicano, ya que la producción teórica de Bosch antecede en 21 años su llegada al país el 20 de octubre de 1961. Si fuera a establecer un texto que nos diera el origen de su pensamiento político sería el prólogo al libro de Juan Isidro Jimenes Grullón que lleva por título La República Dominicana: (análisis de su pasado y su presente).
Esta obra fue publicada en 1940 en Cuba y Bosch escribió unas palabras iniciales a dicho texto con el título de Un pueblo en un libro. Lo genial de ese prólogo es que sintetiza una teoría de las causas que sumergen al pueblo dominicano en la miseria, a la mayoría campesina (en 1940) que trabaja intensamente para producir la riqueza que disfrutan unos pocos. Esos pocos son los habitantes de los pueblos. Por eso Bosch establece en esa obra una división entre la mayoría campesina y los pueblitas, esos últimos los explotadores.
Si para algunos esa explicación de Bosch adolece de cierta ingenuidad en la construcción de una explicación de clases sociales, cuestión que si tiene clara Jimenes Grullón en su libro, no menos cierto es que Bosch avanzó rápidamente en su formación política y sociológica y produjo decenas y decenas de artículos durante su estancia en Cuba y otros países de América Latina durante su exilio hasta convertirse en un agudo analista de la situación de nuestro país y el resto del continente. Cuando a su patria ya era un especialista de primer nivel en la política, tanto en su teorización, como en su práctica.
Pero mi amiga y académica Alejandrina aporta más a la cuestión de las fuentes del boschismo: “El boschismo se puede conocer a través de los ensayos sobre historia y análisis de la sociedad y las obras narrativas de Juan Bosch. También por su vida ejemplar como ciudadano dominicano y del mundo. Por ser doctrina, pensamiento y teoría de carácter científico, constituye un método para el estudio y la interpretación de la historia y los fenómenos sociales, no sólo de República Dominicana, sino de Latinoamérica, el Caribe y el mundo”.
Efectivamente, en Bosch se sintetiza un conjunto de talentos que aisladamente son escasos en muchos, pero reunidos son propios de una minoría que no creo llegue a la decena.
Narrador extraordinario, analista político y social de agudeza sobresaliente, arquitecto organizacional de los dos partidos políticos más importantes de la sociedad dominicana durante el siglo XX y XXI, y un hombre íntegro en todas sus facetas personales y públicas. A la vez, Bosch explica profundamente la realidad de la formación social dominicana y analiza con intensidad las sociedades y experiencias políticas de los pueblos caribeños y latinoamericanos.
Es mi criterio personal que los dos dominicanos más destacados del siglo XX fueron Pedro Henríquez Ureña y Juan Bosch, y si añadimos el siglo XIX, añadiríamos únicamente a Juan Pablo Duarte. Los tres representan la síntesis más importante de lo que es el amor por nuestro país. Pero si Duarte y Bosch se unen en su compromiso por crear una sociedad dominicana democrática y desarrollada para todos sus habitantes, Henríquez Ureña y Bosch se unen en su sensibilidad y raciocinio para explicar lo que somos y como sentimos. Por tanto, Bosch es en gran medida síntesis de Duarte y Henríquez Ureña.