Qué curiosa es la “dictadura madurista” que denuncian Henrique Capriles, Henry Ramos Allup y Julio Borges. Mientras todos los países gobernados por dictaduras han sido fuentes de emigraciones masivas, Venezuela sería la primera que recibe inmigraciones desde un país vecino, como pasa con los colombianos: hay 5.6 millones en Venezuela, el año pasado llegaron 100 mil más y en 2017 ya han llegado cerca de 30 mil.
El gobierno autoritario de Venezuela es tan brutal, que a “la oposición” que sale a “manifestarse” convocada por la MUD no parece quedarle otra que atacar e incendiar el Instituto Nacional de Nutrición, el Metro, un hospital infantil y dispara con armas de fuego a la policía.
¿Sabrán la dignidad con la que tenían que luchar los mayas perseguidos en la Guatemala de Ríos Montt? ¿Se les ocurre a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo incendiar un solo parque de Argentina? ¿Les interesará que en República Dominicana entre el 24 y el 26 de abril de 1984 fueron asesinadas 46 personas y heridas otras 185 (oficialmente mal contadas) a manos de policías y militares, sólo por tratar de conseguir comida y defenderse de la violencia estatal?
Curiosamente la joven Paola Ramírez, que murió este jueves de un balazo en Táchira, no fue asesinada a manos de policías ni “colectivos chavistas” como corre a repetir la gran prensa, sino con un arma que disparaba contra manifestantes oficialistas desde uno de los edificios adyacentes. ¿Qué dice la MUD sobre esto?
La tiranía de Maduro es tan seria, tan grave, que la oposición existe, pudo ganar las elecciones legislativas, tener mayoría parlamentaria, hacer marchas todas las semanas, tener partidos, viajar al extranjero, ser recibidos en la OEA, poseer periódicos, canales de TV, radios y todo lo que se proponga. La verdad, el caso recuerda mucho a la dictadura de Trujillo, cuando el Partido Dominicano era el único autorizado a existir, y portar el carnet con “la palmita” era una obligación igual a llevar consigo la cédula de identidad.
Dada la crueldad del gobierno de Venezuela, el secretario general de la OEA se ha visto precisado a intervenir. Deja para después la situación de los chilenos que no pueden volver a su país por penas de exilio aplicadas por Pinochet y mantenidas luego en gobiernos “democráticos”… Ni hablar de los casi veinte dirigentes mapuches que son presos políticos en ese país, acusados bajo la ley de “seguridad interior del Estado”.
El secretario Almagro también deja para luego a los 40 dirigentes sociales que han sido asesinados en Colombia en menos de cuatro meses. Cuando Almagro habla de “ruptura del orden constitucional”, ¿se acordará de hacer algo por Honduras, donde en 2009 hubo golpe de Estado y ya hay más de 120 activistas medioambientales asesinados?
Maduro y Chávez han sido dos sátrapas tan crueles que destinan el 60% del presupuesto público a Gasto Social, y crearon y mantienen la Misión Barrio Adentro, el único programa que ha permitido que la población de barrios y campos venezolanos acceda a la atención en salud. Desde su creación, ya lleva más de 1300 millones de consultas, todas gratuitas y garantizadas. Igualito a la situación de República Dominicana, donde entre enero y marzo de 2017 murieron más de 300 bebés, producto en su mayoría de infecciones adquiridas en los hospitales donde nacen y se atienden.
Ni hablar de los 5700 niños que murieron en un solo hospital público entre 2006 y 2012. Igual también a la condición de las 300 mil mujeres indígenas peruanas esterilizadas de manera forzosa en la era de Fujimori, todo en la más absoluta impunidad.
Ante un déspota como Maduro y compañía, Leopoldo López es Gandhi y Lilian Tintori viene siendo la mujer de Mandela o de Martin Luther King. Con la diferencia de que Tintori hizo campaña abierta para que Guillermo Lasso ganara las elecciones en Ecuador, ese Lasso implicado en el quiebre bancario que dejó en bancarrota a su país mientras él hacía negocios, y que tiene fortunas invertidas en paraísos fiscales.
Cuando uno ve a Tintori fotografiada con Peña Nieto, con Trump y con Macri, uno se dice “¡vaya suerte!”, porque ¿cuándo fueron recibidas por algún presidente las viudas de los ejecutados políticos de Guatemala, Colombia o Argentina? ¿Cuándo Peña Nieto se ha sacado una foto con alguna de las madres, las hermanas o las novias de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa?
Seguramente, muchos venezolanos y venezolanas tienen razones de peso para estar molestos y en desacuerdo con su gobierno. Pero esa “oposición” instituida, la de los Capriles, Borges, Tintori, López, Ramos Allup… esa “oposición” se burla de la memoria histórica de su país y de América Latina cada vez que usa la palabra dictadura para justificar su ambición, su convicción de que puede hacer y deshacer a gusto, y exhibir su sed de triunfo y poder.