Luis Felipe López en acción durante su tiempo de jugador profesional con Minnestoa Timberwolvwes en la NBA. AP
NUEVA YORK.-Felipe López en algún modo olvidó qué se sentía ser el centro de atención.
Es algo que hubiera sido imposible imaginar hace 25 años, cuando prácticamente aparecía en cada portada de revista y titular de periódico.
Pero pasó un tiempo alejado de la luz pública, al menos hasta que llegó el momento de promocionar una nueva película sobre su vida. Y entonces se le refrescó la memoria.
Su historia como un niño infalible que pasó a tener más fallos que éxitos se narra en “The Dominican Dream” (‘El sueño dominicano’), que se estrenó el fin de semana en el Festival de Cine de Tribeca y debuta esta noche en la cadena ESPN.
Estelar
López fue un astro muy publicitado de la escuela secundaria en Nueva York entre principios y mediados de los 90 y se quedó en la ciudad para jugar con el equipo de la universidad de St. John, donde nunca pudo cumplir las expectativas que enfrentó. Pasó a tener una carrera profesional en general poco memorable.
“La gente siempre se pregunta qué pasó conmigo, ¿qué le pasó a Felipe?”, dijo López en una entrevista telefónica. “Mucha gente pudo conseguir la historia desde un punto de vista superficial, pero no ahondar realmente en todo y pienso que la película les proporciona un poco más de profundidad no solo sobre mi vida personal, mis triunfos y fracasos, sino también una historia de perseverancia y familia”.
López se mudó a Nueva York de República Dominicana a los 14 años, cuando cursaba el octavo grado y era un prodigio del baloncesto en un lugar donde el béisbol es el rey.
Tras solo un par de años fue clasificado por encima de Allen Iverson como el mejor jugador de su clase en la escuela secundaria y llevó al Rice High School a un campeonato nacional y estatal.
La NCAA
No fue hasta la última temporada de López en 1998 que finalmente llegó al torneo de la NCAA. Quizás hubiera sido mejor para él retirarse antes, como lo exhortaron a hacer. López hubiera sido una selección importante antes de su primera temporada, cuando estuvo en la portada de “Sports Illustrated”.
“Pero no teníamos idea de lo que el impacto de eso significaba”, dijo López sobre una salida temprana. “Así que esa fue la razón por la que tomamos algunas decisiones, simplemente basados en lo que yo creía viniendo de República Dominicana, o quedándome en St. John y renunciando a la oportunidad de ir a la NBA”.
Eventualmente llegó como una selección tardía de primera ronda en 1998 y jugó cinco temporadas, promediando 5,8 puntos antes que una lesión en la rodilla lo sacara abruptamente de las canchas. Su carrera profesional habrá sido infructuosa, pero no su vida.
López se mantiene activo en la comunidad a través de su fundación sin fines de lucro y NBA Cares, preside un equipo de baloncesto en un centro comunitario en su país.
Ha vuelto en ocasiones a St. John para hablarles a los jugadores sobre cómo ser un basquetbolista profesional.
“Creo que mi historia trasciende a otras personas porque esta es la razón por la que venimos aquí y esta es la razón por la que luchamos por aprender el idioma”, dijo López.
¿Qué pasó con López
Entonces, ¿cómo respondería esa pregunta que le siguen haciendo?: ¿Qué pasó con Felipe López? “Nada. Estoy vivo. Estoy bien. Estoy trabajando«, manifestó.
“Dirijo una organización no lucrativa y trato de convertirme en el puente para muchos jóvenes talentos que veo como a mí mismo, que buscan una oportunidad para hacer una diferencia para sus familias, para ellos mismos y sus comunidades. Y sé que le estoy dando esas oportunidades a algunos chicos”, concluyó.