Putin separa zonas rebeldes de Ucrania, mientras EU da vueltas

Putin separa zonas rebeldes de Ucrania, mientras EU da vueltas

Putin separa zonas rebeldes de Ucrania, mientras EU da vueltas

El secretario de Estado, Rex Tillerson, ha cuestionado la importancia de Ucrania para americanos.

Rusia.-Vladimir Putin está aprovechando las señales ambiguas de Estados Unidos para profundizar silenciosamente el control de Rusia sobre dos regiones rebeldes de Ucrania, sepultando las esperanzas de un acuerdo de paz negociado por Europa y el alivio de las sanciones en el futuro próximo.

Mientras el Kremlin continúa apoyando públicamente el acuerdo que supervisaron Alemania y Francia en 2015, la verdadera estrategia de Putin en Ucrania es separar por completo las dos zonas fronterizas conocidas como Donbáss a través de una integración progresiva con Rusia, dijeron tres personas cercanas a la dirigencia de Moscú.

No tiene planes de reconocer o anexar los territorios, señalaron.

Bloqueo de actividad

Rusia ha avanzado gradualmente, usando un bloqueo de los activistas ucranianos como cobertura política para dominar los principales vínculos económicos con las zonas separatistas.

La semana pasada, Ferrocarriles Rusos redujo las tarifas de transporte del carbón y el mineral de hierro a puntos cercanos a las zonas rebeldes, donde la industria metalúrgica proporciona la mayoría de los empleos.

Eso permitirá a Rusia reemplazar los suministros ucranianos detenidos por Kiev y garantizar que las acerías sigan funcionando, según dos personas de ese sector industrial.

“Se ha dado un paso hacia la separación de Donbáss, no hay duda”, dijo por teléfono desde Moscú Konstantin Zatulin, un importante legislador del partido gobernante Rusia Unida.

Al igual que otros funcionarios, Zatulin culpó a Ucrania por forzar la mano de Moscú por medio del bloqueo, acusación que Kiev rechaza.

La evaluación de Zatulin sobre los planes del Kremlin fue confirmada por Alexei Chesnakov, ex miembro del Kremlin que ahora asesora al gobierno de Putin sobre la política de Ucrania, y un alto funcionario del gobierno que pidió que no se revelara su identidad.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, rechazó ayer la idea de que Rusia esté integrando las regiones, calificándola de «absurda» e «ingenua» en una conferencia telefónica con periodistas.

Trump y Tillerson

Los movimientos de Putin en Ucrania plantean un desafío a los Estados Unidos y la Unión Europea, que apoyan públicamente el acuerdo de Minsk de 2015 que reclama que Ucrania recupere el control de Donbáss.

Si el acuerdo fracasara, sería un duro golpe para la canciller alemana Angela Merkel, que ha invertido mucho capital político para tratar de poner fin a la peor violencia que Europa haya visto desde las guerras balcánicas de los años 90.
El conflicto de tres años ha causado la muerte de 10.000 personas y ha desplazado a 2 millones más.

El presidente Donald Trump, en cambio, ha enviado señales contradictorias sobre su postura e incluso parece estar «totalmente desinteresado» del conflicto, como dijo un diplomático ruso.

Trump ha adoptado una línea dura en su discurso, aunque no ha dejado en claro su posición y la Casa Blanca parece centrada en temas que considera más apremiantes como Siria y Corea del Norte.



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