El multimillonario empresario muchas veces tiene a sus guardias de seguridad que los saca del recinto, no sin antes decirles que le gustaría agarrarlos a golpes.

Otros candidatos en la carrera presidencial han criticado a Trump por haber permitido una cultura de violencia en sus congregaciones políticas pero él no ha asumido la responsabilidad.

Trump se ha referido a las épocas de antaño cuando los manifestantes que interrumpían salían «en camilla» o que le pagaría los costos de abogados a quien «parta a golpes» a uno de esos opositores.

Sin embargo, en el último debate republicano, el precandidato dijo que no excusaba la violencia.