Los Ángeles.- ¿Se puede acumular 3,000 hits y 500 o incluso 600 jonrones, sin hacer mucho ruido? Si eso es posible, entonces el venezolano Miguel Cabrera y Albert Pujols lo han conseguido.
Brillante y constantemente productivos por más de dos décadas, de cierta forma podría decirse que los dos cañoneros nunca lograron captar el mismo nivel de atención que otras superestrellas sí recibieron. Pero ciertamente jamás jugaron buscando eso.
Esta semana, sin embargo, están recibiendo toda la atención. Merecidamente.
El comisionado Rob Manfred escogió a Cabrera y Pujols como selecciones de legado para el 92do Juego de Estrellas en el Dodger Stadium. Y si bien ningún jugador, o dos, podrían ser más grandes que la Semana del All-Star, es claro que las dos leyendas son el centro de las miradas.
Pujols dejó claro que no piensa que el show gire a su alrededor, pero cuando el comisionado te llama personalmente, “Yo tuve que pensarlo, pero es difícil decirle que no al comisionado”, dijo Albert.
Si Pujols tuvo que tomarse un tiempo, Cabrera no necesitó ni de un segundo. “Fue fácil. Fue fácil, porque el año que viene será mi último año en el béisbol”, dijo Cabrera.