Waterloo (Bélgica).– Unas 350 personas, según la Policía, celebraron hoy el regreso del expresidente catalán Carles Puigdemont a la denominada “Casa de la República” en Waterloo, al que asistieron el presidente de la Generalitat Quim Torra y miembros de su Gobierno, así como los exconsejeros huidos de España.
Portando banderas independentistas y atuendos en color amarillo, los participantes desplegaron una pancarta frente a la mansión de Waterloo donde Puigdemont, fugado de la justicia española, tiene establecida su residencia desde principios de año, en la que se podía leer “Os queremos en casa”, en referencia a los políticos catalanes en prisión.
Puigdemont, Torra, representantes de asociaciones como el Casal Catalán en Bruselas o la Plataforma por la Lengua y el rapero huido Valtonyc, entre otros, realizaron breves discursos desde el balcón de la “Casa de la República”, donde colgaba un cartel que decía, en inglés, “Libertad para los presos políticos y exiliados».
El expresidente catalán y sus cuatro exconsejeros huidos de la justicia están acusados en España de delitos de rebelión y malversación, entre otros, por impulsar el proceso secesionista en Cataluña.
La euroorden de detención contra ellos fue retirada el pasado 19 de julio por el Tribunal Supremo después de que un tribunal de Alemania resolviese aceptar la extradición de Puigdemont sólo por malversación, y no por rebelión como exigía la justicia española.
Puigdemont dijo que este sábado era un día “simbólicamente importante” y de “sentimientos contrapuestos” y tuvo palabras de agradecimiento a los políticos catalanes en prisión, para quienes pidió la liberación.
“No los queremos en prisiones de casa, sino en casa”, dijo el expresidente, levantando aplausos entre los presentes, y explicó que su objetivo es “llegar muy lejos” y que lo importante no es que el camino “sea muy largo, sino que exista un camino».
Por su parte, Torra criticó el proceso judicial contra los políticos catalanes en prisión, calificándolo de “farsa” y aseguró que el Ejecutivo catalán se ha comprometido a “jugar siempre limpio».
Habló también desde el balcón de la residencia de Puigdemont el abogado británico Ben Emerson, que representa a Puigdemont en la demanda presentada ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU.
El letrado dijo que el Ejecutivo que dirige el presidente Pedro Sánchez tiene una “pequeña ventana de oportunidad” para negociar con el Gobierno de Cataluña, antes de que comience el juicio a los políticos catalanes en prisión.
El abogado alertó de que, si esa oportunidad no prosperara, podría producirse una “aceleración” del “viaje a la independencia”, algo que consideró que no beneficiaría ni a unos ni a otros.
Al acto asistió también otro huido de la justicia española, el rapero Valtonyc, condenado en España por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas y puesto en libertad el pasado 5 de julio por las autoridades belgas.
Valtonyc, que está a la espera de que un magistrado decida su eventual entrega a España, condenó la existencia en España de una “justicia politizada” y aseguró que el país es “una dictadura y no una democracia».
Al término del acto se escuchó el himno de Cataluña a la vez que se izaron las banderas catalana y de la Unión Europea y representantes del Gobierno catalán, Puigdemont y los exconsejeros cantaron “Els segadors” junto con los simpatizantes, entre los que se incluían algunos belgas independentistas, que desplegaron también sus banderas.
Está previsto que esta noche tenga lugar en un local del centro de Bruselas un encuentro informal en el que participarán miembros del Ejecutivo catalán, Valtonyc y muchos de los simpatizantes que asistieron hoy al acto en Waterloo.