Bruselas.- El expresidente del Gobierno regional de Cataluña Carles Puigdemont, que no fue a declarar hoy a la Audiencia Nacional, condenó desde Bélgica la prisión preventiva impuesta contra más de la mitad de su antiguo Ejecutivo a través de las redes sociales y con un vídeo remitido a la televisión regional catalana.
“El legítimo gobierno de Cataluña encarcelado por sus ideas y por haber sido leales al mandato aprobado por el Parlamento de Cataluña”, escribió Puigdemont en un mensaje en la red social Twitter.
El expresidente catalán, que debía declarar hoy en Madrid ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, arremetió también contra “el clan furioso del 155” que según él desea la prisión de los miembros del que fuera su gobierno hasta el 27 de octubre.
Tras la declaración unilateral de independencia del pasado viernes en el Parlamento regional catalán, el Gobierno español aplicó el artículo 155 de la Constitución para restaurar la legalidad.
El Parlamento regional catalán aprobó entonces esa declaración unilateral de independencia en un voto secreto, con el hemiciclo semivacío por ausencia de la oposición, sin alcanzar la mayoría de dos tercios que exige el reglamento de esa cámara y con la opinión jurídica de los letrados parlamentarios en contra.
“El clamor sereno de los catalanes es de libertad”, añadió Puigdemont en un segundo mensaje también en catalán ilustrado con una fotografía de una concentración independentista.
El político catalán, que según fuentes de su entorno permanece en Bélgica desde el pasado lunes junto a otros cuatro exconsejeros (Clara Ponsatí, Antoni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret), se expresó así tras la decisión judicial de enviar a prisión a la espera de juicio a todos los miembros del exgobierno catalán que permanecen en España.
Poco después, en un vídeo enviado a la televisión autonómica “TV3” y aparentemente grabado en Bélgica, Puigdemont dijo exigir “la liberación” de los miembros del que fuera su Ejecutivo y reclamó una respuesta a la comunidad internacional y europea al considerar que la crisis institucional de Cataluña “ya no es un asunto interno español».
En términos judiciales, Puigdemont está a la espera de saber si la magistrada Lamela atenderá la petición de la Fiscalía, que ha solicitado que se emita una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) en su contra y de los otros cuatro exconsejeros aún en Bélgica por rebelión, sedición y malversación.
Fuentes de la Audiencia Nacional indicaron que la juez no decidirá este jueves sobre la citada euroorden. Por su parte, fuentes de la Fiscalía belga dijeron hoy a Efe que están a la expectativa por si reciben la mencionada euroorden por parte de las autoridades judiciales españolas para el expresidente catalán y que una vez se les hubiera notificado “aplicarán la ley».
El ministerio fiscal federal será la autoridad belga que reciba la euroorden de arresto de parte de la Justicia española y la encargada de ejecutarla. El abogado de Puigdemont en Bélgica, Paul Bekaert, especialista en extradiciones y Derechos Humanos, advirtió hoy en declaraciones a la televisión holandesa “HLN” que la recepción de esa orden europea de detención y una eventual extradición posterior no será inmediata.
“Eso llevará un tiempo, porque la orden de detención tiene que ser traducida, y luego tramitada por la Policía federal, en la Fiscalía Federal en nuestro país. Entonces, el señor Puigdemont la debe recoger y llevarla al tribunal de instrucción”, afirmó.
En cuanto a qué puede hacer un juez de instrucción belga en este caso, Bekaert dijo que “tiene diferentes posibilidades. Puede detenerlo y ponerle las esposas. Pero el juez de instrucción no tiene por qué detenerlo, también puede dejar al señor Puigdemont en libertad, bajo ciertas condiciones».
Bekaert no ha aclarado todavía si también representará al resto de miembros en Bélgica del último Gobierno de la Generalitat de Cataluña, mientras que dos de los exconsejeros también citados este jueves, Comín y Serre, habían solicitado a la Audiencia Nacional declarar por videoconferencia. Comín también se pronunció desde Bélgica y a través de las redes sociales con un mensaje en el que reiteró que se considera parte del “gobierno legítimo” de Cataluña.