Manifestante huyó de una nube de gas durante una protesta por ayuda de emergencia, en San Juan, Puerto Rico. AP
SAN JUAN. — Cientos de personas se sumaron el jueves a una protesta organizada por el cantante puertorriqueño René Pérez del grupo Calle 13, una manifestación que evocó a las de año pasado y que derivaron en la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló.
La población de Puerto Rico está cada vez más molesta tras conocerse que hasta hace poco un almacén estaba lleno de suministros de emergencia sin usar mientras los habitantes sufrían por una serie de sismos que sacudían la isla.
Bajo una fuerte lluvia, los manifestantes se reunieron frente a la mansión de la gobernadora Wanda Vázquez ondeando banderas, golpeando ollas y exigiendo su renuncia. “íEsto no acaba! íEsto acaba de empezar!”, gritó uno de los organizadores de la protesta a una multitud que marchó a la residencia oficial desde el Capitolio.
El jueves en la noche, la policía lanzó gas lacrimógeno a un pequeño grupo de manifestantes y les ordenó marcharse de la zona. Un reducido número de inconformes respondió incendiando una pequeña barricada y quebrando cristales en los alrededores.
La protesta más reciente desató un debate en torno a si los puertorriqueños deberían tratar de destituir a Vázquez mientras batallan para recuperarse de un sismo de magnitud 6,4, el cual dejó un muerto y cientos de casas dañadas en la región sur.
Las autoridades siguen aguardando la entrega de millones de dólares en fondos federales para la recuperación de los daños causados por el huracán María en septiembre de 2017, que alcanzó la categoría 4.
“Ya nos cansamos”, comentó Iris Guardiola, de 82 años, mientras ondeaba una pequeña bandera puertorriqueña. “El pueblo se cansó de los abusos… de la falta de humanidad. Estoy dándole la mano a la gente que no puede estar acá”.
Un exlíder del movimiento de protesta, Rey Charlie, que se hizo famoso luego de encabezar a cientos de motociclistas en una manifestación el año pasado, dijo que no participará en la más reciente.
“Una manifestación masiva como la del pasado verano le haría un daño tan grande al país, un daño que diría yo que es irreparable”, comentó.
“Usted está deteniendo la economía, usted está deteniendo las ayudas de suministros a los damnificados del área sur, usted está paralizando el país… Tiene que pensar en las consecuencias”.
Charlie y otros críticos de las protestas alegan que la estrategia más eficiente es votar en las próximas elecciones generales programadas para noviembre, en las que Vázquez pretende obtener un segundo mandato.
Pero antes tendrá que enfrentar a Pedro Pierluisi —un político veterano que representó a la isla ante el Congreso— en las primarias de su partido, el cual está a favor de la estadidad.
El año pasado, Pierluisi fue juramentado gobernador por un breve periodo antes de que la Corte Suprema de la isla fallara que Vázquez era constitucionalmente la que debía suceder al exgobernador Rosselló, quien renunció tras protestas multitudinarias.
Vázquez ha comentado poco sobre las protestas, y ha criticado a gente que —dice— sólo quiere hablar sobre “lo malo”.
“No podemos permitir que grupos con otros intereses desvíen nuestra atención”, comentó a la prensa el miércoles. “Estamos en momento de ayudar a la gente del sur, no de crear controversias”.
Vázquez fue blanco de críticas el sábado luego de que un bloguero transmitió en vivo imágenes de un almacén en la ciudad costera de Ponce, en el sur de la isla, repleto de agua, catres, comida para bebé y otros suministros que estaban listos desde los días posteriores al paso del huracán María.
Un grupo de personas se metió al almacén y comenzó a distribuir los suministros a aquellos que resultaron afectados por el sismo de magnitud 6,4, tras el cual el presidente estadounidense Donald Trump aprobó una declaratoria de desastre mayor para más de una decena de municipios en la región sur de la isla. Más de 4.500 personas siguen en albergues.
La gobernadora despidió al comisionado del Negociado Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD) de Puerto Rico poco después del incidente, así como a dos funcionarios de alto rango —el secretario de Vivienda y la secretaria del Departamento de Familia—, a quienes responsabilizó en parte de no haber distribuido la ayuda.
Pérez, conocido también como Residente, dijo que la gente no debería esperar hasta las elecciones generales para expresar su descontento.
“No vamos a esperar hasta noviembre porque los políticos que tenemos en el país no van a esperar hasta noviembre para robar. Van a robar desde ahora”, aseveró.
Residente estuvo acompañado por el campocorto de los Cachorros de Chicago, Javier Báez, y por el cátcher de los Cardenales de San Luis, Yadier Molina.
La preocupación por posible corrupción y malversación ha demorado la llegada de fondos federales a Puerto Rico y ha hecho que las autoridades estadounidenses impongan nuevas restricciones mientras la isla lucha para salir de una recesión económica que comenzó hace 13 años.
Carmen Velázquez, jubilada de 71 años, dijo que tenía dudas de que las protestas logren lo que hicieron el año pasado, pero “tampoco me puedo quedar en casa sentada. Siguen en las mentiras y los engaños”.
Velázquez descartó que la protesta pudiera aumentar la incertidumbre en Puerto Rico. “La desestabilización ya está”, añadió.