Porque: La confusión es enemiga
De la observación y el buen raciocinio.
El epitome del poder corrupto,
Siempre será el caos y la catástrofe
De los pueblos cobardes.-
Empecé a creer que estamos cerca del fin; empecé a creer haberme convertido en un pesimista; a creer que ya no creo; a creer que la fatalidad total puede estar lejos, en fin, comencé a creer que cuando los políticos, por sus ambiciones sin límites sueltan las amarras a las bestias endemoniadas, buscan y se encuentran con su propia destrucción, porque al liberarse los diablos, no reconocen colores ni posiciones.
Es difícil, sé que en realidad es difícil la situación que nos rodea pero nadie quiere percibirla. La bulla y los entretenimientos son tantos que nos estamos convirtiendo en una pequeña vejiga conectada a un compresor de aire sin control alguno y el fatal resultado puede producirse en cualquier momento.
Ya siquiera vale la pena hablar de lo que hace unas décadas constituía un muro de contención a las ambiciones alocadas de los políticos, me refiero a la Iglesia Católica y las Fuerzas Armadas, donde al parecer han sido secuestradas por el abominable clientelismo político que cual sombra siniestra ha opacado la luz que en su momento poseían. El último acto de la Iglesia –cual si fuera la única-, debería escribirse en la historia como uno de los actos más bochornosos que haya llevado a cabo la misma. Mucho peor que las violaciones recurrentes de algunos de sus jerarcas y para nosotros como pueblo, hasta peor que los crímenes en las Cruzadas. Esto me ha hecho creer que hasta la esperanza ha perecido o la tienen secuestrada, porque me parece que solo aire y nada es el estado en el cual estamos subsistiendo como país, como nación.
Muchos consideran que es una exageración decir que en la medida que crece la dificultad para que las zonas francas consigan personal para trabajar, en semejante proporción crecen las acciones de clientelismo político y claro, que aparecerán aquellos que expresen y justifiquen lo contrario, inclusive, que se diga que solo estoy especulando y eso es cierto, como real y cierto constituye este hecho en sí.
Me parece que estamos en campaña electoral pero sin opción para elegir, porque tanto los que están como los que desean estar prometen lo mismo, es decir, que solo quieren cambiar el rostro, una pose, pero todo lo demás es igual. ¿Quién se ha pronunciado sobre el destino del gasto clientelar partidista? ¿Sobre el destino que le espera a los corruptos confesos? ¿Al escándalo institucional dentro de las FF.AA y la P.N.? ¡Nadie, todos han hecho lo mismo y quienes no, han estado prometiendo hacer igual! ¿¡Borrón y deuda nueva!? ¡Asimismo!
Y es que este pueblo vive confundido producto de una prolongada propaganda blanca, la cual inicio amarilla, es decir, de procedencia difusa a una gris, de oscuros protagonistas para ya –como dice el pueblo-, irse a la franca, porque no necesitan de encubrimiento, han logrado por medio a la confusión y el acondicionamiento de las masas, llegar a su objetivo. No se necesita de enmascaramientos, todo es al desnudo, como esa decisión de la JCE y su selectivo arrastre. Obtienen lo que desean porque ya el pueblo está viviendo en medio de una increíble confusión y todo el mundo conoce que esta es enemiga acérrima de la buena observación y mejor toma de decisiones.
Por eso estoy harto de que me manden; me harte hasta de creer en posibles soluciones y hasta de aquellos ídolos de fachadas; me harte de querer creer y hasta me harte de que me jo…n. En realidad; “me harte de estar harto”. ¡Así nomás! ¡Sí señor!