El psicólogo destacó que una comunicación efectiva en la familia debe adaptarse a cada etapa de desarrollo del niño.
Santo Domingo.-El amor es un elemento esencial en la crianza de los niños, y su ausencia puede tener consecuencias profundas en su desarrollo emocional, mental y social.
Según el psicólogo Luis Vergés, el cuidado y el afecto inician desde antes del nacimiento y continúan siendo fundamentales en todas las etapas de la vida.
“El desarrollo saludable de la personalidad comienza con el afecto y el cuidado”, aseguró el especialista, destacando que una infancia marcada por la falta de amor y atención puede derivar en problemas de salud mental y comportamientos violentos en la adultez.
Vergés explicó que el amor y la seguridad emocional desde el nacimiento, conocidos como «apego seguro», son cruciales para garantizar que el niño se sienta amado y protegido.
Citó como ejemplo la enfermedad del marasmo, una condición descubierta durante la Segunda Guerra Mundial que afecta a niños con carencias extremas de cuidado afectivo, generando pérdida de peso, deshidratación y problemas graves de desarrollo.
La comunicación y la disciplina basada en el amor
Les invitamos a leer: Psiquiatra: «Los padres no son amigos de los hijos
El psicólogo destacó que una comunicación efectiva en la familia debe adaptarse a cada etapa de desarrollo del niño.
“Un niño no puede entender como un adulto, al igual que un adolescente no puede ser tratado como un niño”, señaló en el Programa El Día.
Esta comunicación, centrada en la claridad y el afecto, es esencial para evitar malentendidos y fomentar relaciones familiares saludables.
Vergés también enfatizó la importancia de establecer reglas basadas en el amor, la disciplina y los límites claros, descartando métodos punitivos o violentos que, según él, solo generan ciclos de maltrato y afectan la salud mental de los niños.
“En familias donde se impone el maltrato, no hay posibilidad de salud mental. Es necesario dejar de enseñar de manera violenta y promover un entorno de aprendizaje basado en el amor”, afirmó.
Temperamento y carácter
Durante la infancia, los niños comienzan a mostrar su temperamento, definido como las tendencias naturales que los hacen únicos.
Este, combinado con el carácter, que es aprendido a lo largo de la vida, forma la base de la personalidad.
Según Vergés, el temperamento predispone más que el carácter, ya que es innato y permanece constante a lo largo del tiempo.
El psicólogo explicó que el desarrollo de una personalidad saludable requiere un equilibrio entre el temperamento y el carácter, ambos moldeados por el afecto y el cuidado recibido en la infancia.
Se aprende a amar
Contrario al dicho popular “nadie da lo que no tiene”, Vergés aseguró que el amor se aprende, pero para ello es necesario que existan situaciones de aprendizaje.
En este sentido, llamó a los padres a ser conscientes de la importancia de ofrecer afecto y establecer reglas desde el amor, dejando atrás métodos de crianza basados en la violencia.
“La disciplina no es incompatible con el amor. Los límites establecidos con cariño permiten construir un entorno familiar sano y seguro para los niños”, explicó Vergés, haciendo un llamado a reflexionar sobre la crianza como una oportunidad para formar generaciones más saludables y emocionalmente equilibradas.