Santo Domingo.-La descomposición social que impera en gran parte del mundo, con un gran número de divorcios, violencia, pérdida de valores, desintegración familiar, falta de perdón y caos es un flagelo que crece y que está en el seno de cada familia erradicarlo.
Como hoy la familia se encuentra deteriorada, necesitando más que nunca la acción de Dios para ser restaurada integralmente, Iván Camilo Vélez Garzón, director para Santo Domingo de la ICT (International Confederation of Theotherapy), destacó que para tratar de erradicar esta problemática en el país se inició el proyecto “Salva una familia”, el cual se lanzó a nivel mundial en cuarenta países y tiene presencia en 66.
Camilo manifestó que la visión del mismo es ser un proyecto de impacto nacional e internacional que genere un trascendental precedente en la forma y el método de cómo lograr la restauración integral de la familia.
Un gran legado
Dijo que la iglesia a la cual pertenecen se llama Centro Internacional de Teoterapia Integral (Centi), que forma parte de la ICT, y esta campaña forma parte de su legado para fomentar la unidad familiar en cada rincón del mundo. Aquí en República Dominicana tienen presencia en La Vega, Santiago, San Francisco de Macorís, San Pedro de Macorís, Puerto Plata, La Romana, San Cristóbal y Santo Domingo. A través de sus voluntarios han logrado impactar a más de 500 familias que han decidido hacer un cambio.
Donde está el problema
Dijo que su objetivo es impactar a las familias para combatir efectivamente toda la raíz de la descomposición social, que es la desintegración familiar.
Camilo, quien es teoterapista expresó que la manera de restaurar la sociedad es restaurando el individuo, de esta manera éste reconstruye su familia y así puede resurgir un nuevo hogar.
La problemática se va a encontrar adentro del mismo núcleo familiar porque cada núcleo tienen una problemática distinta, pues cada una tiene su propia dinámica y es diferente.
“Creemos que cada familia tiene que volverse un generador de solución”, dijo.
El desarrollo del proyecto contempla una dinámica pedagógica que busca desarrollar un aprendizaje participativo a través de siete talleres con las familias, donde se les enseña a que ellos encuentren sus propias soluciones.
El primero se llama “Cómo cultivar una familia de éxito”, el segundo “Recuperando lo perdido”, el tercero “La maravillosa experiencia del perdón”, luego “Una nueva oportunidad”, el quinto taller es “Administrándose a usted mismo”, el sexto es “El poder de contacto humano” y el último “Un Dios paternal”.
Estos talleres serán desarrollados semanalmente y durante siete semanas consecutivas para que no se pierda la esencia, ya que cada semana se deja un desafío para que la familia empiece a generar una dinámica. Nosotros como organización tenemos 52 años estudiando la familia, cada uno de los talleristas pueden contar su experiencia de lo que significó cuando llegó este proyecto a su vida.
“Somos una iglesia, pero este proyecto se sale de los linderos de simplemente querer hacer una campaña evangelística para que la gente llegue a nuestra iglesia, pues ya esto pasa y trasciende a convertirnos en lo que tenemos que hacer como iglesia que es asumir nuestra responsabilidad con la sociedad”, dijo.
