Altagracia Suriel
Recientemente la Cámara de Diputados de la República Dominicana rechazó un Proyecto de Ley tendente a establecer el 11 de octubre como el Día de la Niña, para concienciar a la población sobre la necesidad de proteger a las personas de sexo femenino en la etapa de la niñez por los riesgos y situaciones de vulnerabilidades en que viven.
Algunos se oponen al Proyecto argumentando que ese marco de protección de las niñas fragmenta la familia, la debilita, se orienta a su deconstrucción o está en consonancia con las agendas de los organismos internacionales.
Estas posiciones extremas, debieran profundizar en el porqué la protección a las niñas. He aquí algunos argumentos convincentes:
1. Las niñas son las principales víctimas del matrimonio infantil:
Según datos del Informe Mundial de la Infancia 2020, 4,1 millones de niñas corren riesgo de sufrir matrimonio infantil y uno de cada cinco matrimonios actuales involucra a una niña casada.
2. Las niñas son más discriminadas:
Por ejemplo, según el citado informe, la preferencia por los hijos varones ha dado lugar a un déficit de unos 140 millones de mujeres a nivel mundial. Hay países que culturalmente odian a las mujeres y eso se ha reflejado en discriminaciones abominables como el aborto o asesinato de niñas.
Aun en nuestra cultura, existen prácticas familiares que privilegian a los varones en los estudios, la buena alimentación u otros derechos.
3. Las adolescentes son las mayores víctimas de la explotación laboral:
Según Unicef, 9 de cada 10 adolescentes en países en desarrollo se deben conformar con trabajar en sectores deprimidos donde cobran muy poco e incluso nada, además de ser sometidas a maltrato y explotación laboral.
4. Las niñas son las que más sufren el abuso sexual:
Asimismo, según Unicef, alrededor de 120 millones de niñas menores de 20 años en todo el mundo (alrededor de 1 de cada 10) han experimentado relaciones sexuales por la fuerza u otros actos sexuales forzados.
Hay razones de sobra para aprobar el Día de las Niñas en nuestro país. Es más, se debiera promover una ley de protección especial en favor de ellas. Una sociedad que cuida y protege a sus niñas está apostando por el desarrollo de todos y todas.
