La protección social cobra una nueva dimensión en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, convirtiéndose, como señalan Cecchini, Filgueira, Roble y el PNUD en aceleradores de los ODS.
Profundizando la relación entre las metas y los ODS y protección social, existe asociación, sobre todo con los que están relacionados con las personas. Para el logro del ODS 1, fin de la pobreza, se establece la meta 1.3 de aplicar en el ámbito nacional sistemas y medidas apropiadas de protección social para todos, incluidos niveles mínimos, logrando para 2030, amplia cobertura de los pobres y los vulnerables.
Vinculada con la protección social, la meta 1.4 para la reducción del hambre, propone para 2030 garantizar que todos los hombres y mujeres, en particular los pobres y los vulnerables, tengan los mismos derechos a los recursos económicos, así como acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de las tierras y otros bienes, la herencia, los recursos naturales, las nuevas tecnologías apropiadas y los servicios financieros, incluida la micro financiación.
Partiendo de la relación entre pobreza y riesgo, la meta 1.5 propone el fortalecimiento de resiliencia de los pobres y vulnerables y reducir su exposición y vulnerabilidad frente a choques climáticos y desastres económicos, sociales y ambientales.
Se insta a países menos adelantados, a que apliquen programas y políticas que erradiquen la pobreza multidimensional con marcos normativos sólidos. Asimismo, se les exhorta también a asegurar los asuntos de género en las inversiones como elemento acelerador del fin de la pobreza.
a protección social, también acelerará el logro de poner fin al hambre para lo cual según la meta 1.2 se deberá asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
Para lograr el objetivo de vida sana y promover el bienestar en todas las edades se prevé la cobertura sanitaria universal, en particular la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas seguros, eficaces, asequibles y de calidad para todos.
Para la igualdad de género, las metas orientadas al logro de dicho objetivo se asocian también a protección social, en tal sentido, es necesario eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad.