Ciertas situaciones se modernizan, pero el proselitismo en manos de nuestros dignos políticos continúa siendo el mismo desde tiempos remotos.
Campañas de promoción horteras en base a desgastantes y eternas maniobras para ganar prosélitos para su causa, incluido el presidente Danilo Medina, quien hace o le hacen sus encargados de campaña un proselitismo gastado desde antes de anunciar su reelección, salvo las visitas de domingo a los agricultores a lo largo y ancho de la isla.
Este burdo proselitismo que está realizando el partido de gobierno proviene del erario de este país.
No creo que el Partido de la Liberación Dominicana esté usando sus recursos como partido para promover, relanzar y afianzar la figura del presidente Medina.
Nadie cree eso. Hay recursos económicos fuertes lanzados a las calles para la promoción y reelección del Presidente. Además no hay mejor manera de hacer campaña estando en el poder, es casi un triunfo garantizado por el completo manejo de todos los hilos del Estado y la desmemoria de un pueblo a la hora de votar.
A pesar de esa intensa campaña, el presidente Medina, un hombre cauto y silencioso, no emite promesas vacías, sino que su silencio llena de indignación a una sociedad ávida de sus opiniones y ejecuciones frente a situaciones de corrupción que no son resueltas por falta de voluntad política.
Él sólo acude a proclamaciones de otros candidatos en actos repletos de adeptos pagados para la bulla de rigor e inaugura planteles escolares, como parte de su objetivo con relación a la educación. De hecho, muchas conjeturas se tejen con estas construcciones de escuelas.
En el sentido de las campañas, las cuñas de candidatos en tv. y radio son estridentes, las caravanas obsoletas, música altisonante, bailarinas desparpajadas y apretadas, vallas gigantes que intoxican la visibilidad del entorno, entrega de algunos cientos de pesos, regalos aquí y allá forman parte de la variopinta manera de hacer proselitismo de estos políticos del patio.
Al parecer, no hay otra forma más eficiente y tranquila de hacer campaña para ganar adeptos que no sea recurrir a lo de siempre.
Tanta falta que hace, como sucede en otros países, debates televisados de candidatos, entrevistas interesantes, intercambio de ideas, etc…
En definitiva, el presidente Medina parece olvidar que la mejor campaña que podría hacer a su favor sería expresar su parecer, dar su opinión y ejecutar acciones frente a tanta corrupción de su gobierno y compañeritos, amparada y alimentada por su propio partido.
Ejemplo, en el presupuesto del gobierno del próximo año, aprobado recientemente en el Congreso, se destinó RD$5,000,000,000 sólo para Oisoe, mientras la cadena humana continúa protestando por el cierre de este nido de corrupción. ¿Cómo se entiende esto?
El silencio del presidente Medina frente a tantos escándalos es indignante para esta sociedad.