En los inicios de año muchos de nosotros nos planteamos propósitos. Unos se concentran en el tema económico, otros tantos en adquirir cosas, unos en logros profesionales, todo muy válido.
¿Pero qué pasa con esos objetivos o deseos que tienen que ver con nuestro crecimiento emocional y espiritual? Son propósitos que nos dan paz porque aunque tengamos los bienes materiales si no tenemos la paz, el gozo de con equilibrio en nuestro ser, el amor de familiares, amigos, de nuestra pareja, se nos hace difícil disfrutar de los mismos.
Son esos encuentros con nosotros mismos y con los demás que llenan nuestro ser de alegría y de bienestar.
Más reír y compartir con los amigos, socializar con nuestras familias, compartir con un necesitado, conocer nuevas personas, crecer espiritualmente y dar más de nuestro tiempo es mi propuesta.
