La fumigación con drones y pulverizadores deja como beneficios el menor uso de agua, reduce costos e incrementa la rentabilidad de los cultivos. De León
Santo Domingo.-Los residentes en los campos dominicanos están migrando a la ciudad, y la actividad agropecuaria está dejando de ser atractiva para gran parte de la población juvenil, dejando el trabajo agrícola en mano de la clase trabajadora extranjera.
Dicha situación representa un reto para el sector agropecuario, donde la innovación, resiliencia y transformación tecnológica son claves para mantener los niveles de producción y suplir la demanda alimenticia de 34 millones de personas.
De acuerdo con Limber Cruz, ministro de Agricultura, en los campos dominicanos sólo viven dos millones de personas, lo que plantea la interrogante de quiénes se encargarán de producir los alimentos en los próximos años y evidencia la necesidad de aplicar políticas públicas que hagan esas zonas más atractivas para la población joven.
En ese sentido, Cruz señaló que se debe ser más inclusivo, invertir en infraestructura y modernizar la producción agropecuaria para reducir costos y hacer de esta actividad una labor más llamativa para los jóvenes.
De hecho, el funcionario destacó que esta meta forma parte de la reforma agropecuaria que presentó al Gobierno, junto con otras necesidades del sector, entre las que enumeró la sanidad animal, el registro agropecuario y la creación de un nuevo producto de financiamiento para los productores.
Reforma del campo
Limber añadió que se requiere de una profunda transformación del sector marcada por la adopción de tecnologías avanzadas, las cuales están impulsando su competitividad y sostenibilidad.
Señaló que la tecnificación es un aliado del productor que quiere mantenerse y mejorar la productividad agrícola, como también afrontar retos globales como el cambio climático, la demanda de alimentos y la preservación del medio ambiente.
En ese sentido, dijo que ha solicitado recursos al Gobierno para instalar paneles solares en la región norte del país con el fin de elevar la rentabilidad en esa zonas productivas. “La tecnología es economía, eficiencia y aunque no podemos hacerlo en meses, tenemos un norte para mejorar esta actividad”, manifestó el también productor, durante el XXVI Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario al citar que el uso de drones eficientiza el manejo de las fincas con rapidez y precisión.
De su lado, el economista Ariel Jiménez expresó que los productores requieren mayores inversiones para modernizar las labores agrícolas, utilizando herramientas que midan el nivel de humedad, la temperatura y la presencia de químicos. “A través del uso de tecnologías genéticas y de producción, podríamos aumentar la productividad por hectárea”, dijo.
Jiménez planteó que las autoridades deben tomar medidas para fomentar esta tecnificación, ya que estas innovaciones contribuyen a conservar los recursos hídricos pasando de un sistema de riego por inundación a tecnologías de precisión, por ejemplo, y a nivelar los terrenos a través de tecnologías láser.
Advirtió que esto debe ir acompañado de acciones para generar empleo en áreas complementarias de la producción, como las actividades poscosecha, para evitar la reducción de puestos de trabajo debido al reemplazo de actividades manuales. “Tenemos un gran potencial; hemos sido bendecidos con un terreno bastante provechoso, pero necesitamos una buena política agropecuaria que se sostenga en el tiempo”, expresó.
Seguir la producción
Rodrigo Castañeda, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en República Dominicana, expresó que es imperativo modernizar el sector, y advirtió que el agricultor que no se modernice no resistirá en el mercado ni frente a la competitividad y el cambio climático.
Aseveró que eso implica aplicar biotecnología resistente al cambio climático, con semillas que requieran menos agua y sean más resistentes al calor.
Para Castañuela la innovación tecnológica y la política pública podrían ser aliado para enfrentar la falta de mano de obra para producir alimentos en los campos y citó las estimaciones de la FAO de que los campos sólo vivirán un millón de personas para el 2050.
El país será cada vez más urbano, quedando los abuelos y algunos jóvenes en las zonas rurales, muchos s de los cuales no están motivados en la agricultura.
“Esto plantea el reto de quién se encargará de sembrar en el campo y cómo transformar el sector hacia una agricultura innovadora y digital”, resaltó .
Proceso
— Experiencia
La adopción de tecnologías avanzadas que están impulsando su competitividad y sostenibilidad en los países de la región indicó Muhammad Ibrahim es el actual director general Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura .
Extranjeros hacen trabajo agrícola
Estudio. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que para 2050 en los campos dominicanos solo vivirán un millón de personas, lo que representará un reto para la producción agrícola, ya que el país será urbano.
En los campos quedarán los abuelos y algunos jóvenes, dijo Rodrigo Castañeda al indicar que el mercado laboral del trabajo agrícola está liderado, en aproximadamente un 60 %, por mano de obra extranjera.
De esto, el 53 % en arroz, el 69 % en habichuelas y el 73 % son extranjeros, en su mayoría haitianos, así como algunos mexicanos, colombianos y venezolanos.
Vitó un estudio sobre la producción de arroz, habichuela y plátano realizado junto a Migración dominicana.