Santo Domingo.- La actividad política pareció reactivarse con fuerza este fin de semana, luego de varias semanas de relativa calma en el escenario partidario.
Las tres principales organizaciones del sistema —el Partido Revolucionario Moderno (PRM), la Fuerza del Pueblo (FP) y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD)— desembocaron en las calles, en sus locales y en sus estructuras territoriales para movilizar a su militancia y enviar señales internas y externas de reposicionamiento político.
El PRM en su rol de oficialista, completó en dos tandas una amplia jornada de afiliación y verificación de militantes, un proceso que —según han insistido sus dirigentes— busca “adecentar y depurar” el padrón interno con miras al 2028.

A través de cortes de video y transmisiones difundidas por sus propias plataformas, el partido mostró centros de registro activos en distintos puntos del país, en una operación logística que, al decir de sus voceros, aspira a consolidar la estructura electoral que les permitió retener el poder en los últimos comicios presidenciales.
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No obstante, como suele ocurrir en momentos de mayor visibilidad, el PRM concentró la mayoría de las críticas y ataques del fin de semana.
Desde sectores opositores, las jornadas fueron interpretadas como un intento de reposicionamiento ante un clima político todavía tenso por las discusiones de reformas y los señalamientos cruzados entre partidos.
En contraste, la Fuerza del Pueblo aprovechó el domingo para exhibir músculo en las calles. En poco más de una hora, la organización liderada por Leonel Fernández logró movilizar a cientos de simpatizantes en la franja este del Distrito Nacional.
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La ruta escogida —similar a la utilizada en 2023 para una manifestación de naturaleza comparable— atraviesa sectores de alta densidad poblacional y tradicional presencia opositora, lo que permitió a la FP proyectar capacidad de convocatoria y reafirmar su estrategia de conexión con las demandas sociales.
Desde la organización catalogaron la marcha como una demostración de descontento ciudadano y una señal de que “el país no está conforme” con el rumbo gubernamental.
Mientras tanto, el Partido de la Liberación Dominicana optó por una estrategia de dispersión organizada: realizar múltiples actividades simultáneas en distintos puntos del territorio para sostener el ritmo de su repliegue organizativo.
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El PLD continuó con sus ya habituales encuentros provinciales de dirigentes, a la vez que celebró procesos internos como una elección entre sus abogados y la inauguración de un nuevo local en el municipio de Las Terrenas, espacio habilitado y presentado formalmente por el secretario general, Johnny Pujols.
