Prisión preventiva y mora judicial: cánceres de la justicia

La prisión preventiva y la mora judicial son dos alas del perverso buitre que corroe el sistema de justicia de República Dominicana.
Ambas perjudican tanto a quienes buscan justicia como a quienes son perseguidos y a las instituciones involucradas.
La prisión preventiva perjudica al inocente, imponiéndole un pena anticipada, privándole de su libertad y estigmatizando su vida por siempre. Para el culpable no es problema, pues el tiempo que pase en prisión preventiva se le resta del tiempo de la condena.
La mora judicial perjudica al inocente, pues retrasa su absolución y lo mantiene injustamente en un estado de angustia y descrédito social. Pero beneficia al culpable, pues agotan las víctimas, se pierden pruebas, los testigos olvidan o desisten. En mucho casos esta ayuda a que el culpable sea declarado “inocente”.
La mora judicial y la prisión preventiva son perversidades hechas a la medida de los violadores a la ley, a la medida de criminales y corruptos. No creo que estas se deben al desorden o la falta de recursos, estoy convencido de que esas dos maldiciones fueron estratégicamente establecidas, y están tan arraigadas que ahora son difíciles de extirpar.
Jueces, fiscales, policías e imputados se benefician de ellas para pescar en mar revuelto. No todos, tal vez la minoría, pero una minoría influyente. Estos males caminan a sus anchas ante la complicidad de unos, la cobardía de otros y la indiferencia de muchos.
La mora judicial y diarrea de prisión preventiva no son difíciles de erradicar. Si hay voluntad se logra en poco tiempo… Si hay voluntad.