SAN SALVADOR, El Salvador.-Perfiles de los dos principales candidatos en las elecciones presidenciales del domingo en el Salvador, por orden alfabético:
Norman Quijano:
Odontólogo, de 67 años de edad, es el candidato con el que la derechista Alianza Republicana Nacionalista busca recuperar el poder. Quijano que ha sido diputado de la Asamblea Legislativa ha gobernado la capital salvadoreña durante dos períodos consecutivos desde enero de 2009.
Como alcalde afianzó su candidatura tras expulsiones y deserciones y expulsiones de alguna de sus figuras, entre ellas el expresidente Tony Saca.
El candidato de Arena que ha mostrado como alcalde una liderazgo autoritario, arrancó su campaña con el slogan “Vamos a recuperar El Salvador”, pero luego dio un giro en las últimas semanas y centró su campaña en el tema de las inseguridad y en especial las maras o pandillas, fustigando al gobierno del presidente Mauricio Funes de haber pactado con estos grupos criminales, uno de los más graves problemas que afrontan los salvadoreños.
Pese a que es inconstitucional, Quijano ha dicho que militarizará la seguridad Pública, creará granjas militares y todos las personas entre los 18 y 30 años que no trabajen ni estudien, recibirán instrucción militar y ante cualquier falta, se les aplicará en Código de Justicia Militar.
Salvador Sánchez Cerén: Es un maestro de 69 años que se inició en la política como defensor del gremio de educadores y que abandonó las aulas y se fue a las montañas para incorporarse a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, hasta convertirse en uno de los cinco comandantes durante la guerra civil que concluyó con la firma de los Acuerdos de Paz en enero de 1992, con el saldo de 76.000 muertos y más de 12.000 desaparecidos.
El excomandante guerrillero y actual vicepresidente de la República, al aceptar la candidatura prometió que de llegar al gobierno, incorporará a El Salvador a los bloques Alba y Petrocaribe, incrementará sus las relaciones con China y respetará las relaciones con Taiwán, aunque en la campaña poco o nada habló del tema.
En el tema de las pandillas, Sánchez Cerén ofreció combatir la delincuencia con “dos manos inteligentes”: una en apoyo a las familias, con inversión en las comunidades y una mejor educación y “en la otra mano, la firmeza del Estado en la conducción de la policía, que va a seguir siendo ampliada, fortalecida y depurada”.