COPENHAGUE, Dinamarca.– Horas después de haber sido nombrada primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson renunció ayer tras sufrir una derrota presupuestaria en el parlamento y después de que su socio de la coalición, el Partido Verde, dejó el gobierno de minoría formado por dos partidos.

La propuesta presupuestaria del gobierno fue rechazada a favor de una presentada por la oposición que incluye a los Demócratas de Suecia, un partido populista de derecha.

El partido tiene sus raíces en un movimiento neonazi.
La propuesta se aprobó con una votación 154-143.

Andersson, líder del Partido Socialdemócrata, decidió que era mejor dimitir al puesto poco más de siete horas después de haber hecho historia al convertirse en la primera mujer en dirigir al país.

“Para mí, es una cuestión de respeto, pero tampoco quiero dirigir un gobierno en donde podría haber bases para cuestionar su legitimidad”, dijo Andersson, quien era ministra de Finanzas antes de pasar a ser brevemente primera ministra, informó al presidente del parlamento Andreas Norlen que todavía está interesada en dirigir un gobierno socialdemócrata de un partido.

Norlen, el presidente del parlamento sueco de 349 escaños, dijo que contactará a los ocho partidos de Suecia para “discutir la situación”.