París.-Legisladores franceses de extrema derecha e izquierda se unieron ayer en un histórico voto de censura provocado por las disputas presupuestarias que obliga al primer ministro Michel Barnier y a los miembros de su gabinete a dimitir, algo inédito desde 1962.
La Asamblea Nacional aprobó la moción por 331 votos. Se necesitaban al menos 288.
El presidente Emmanuel Macron insistió en que cumplirá el resto de su mandato hasta 2027. Sin embargo, tendrá que nombrar a un nuevo primer ministro por segunda vez después de que las elecciones legislativas de julio desembocaran en un Parlamento profundamente dividido.
Barnier, un conservador nombrado en septiembre, se convertirá en el primer ministro de menor duración en la República moderna de Francia. “Como esta misión puede llegar pronto a su fin, puedo decirles que para mí seguirá siendo un honor haber servido dignamente a Francia y a los franceses”, dijo.