Los primeros Juegos Olímpicos de la Antigüedad se celebraron en el año 776 a. C. en Olimpia, una ciudad en la región de la antigua Grecia.
En honor a Zeus, el dios principal del Panteón griego, se celebraron estos maravillosos juegos. Pero eran, además, festividades religiosas y culturales del mundo griego antiguo. Tal es la importancia de los JJ. OO., que el mundo religioso se ha anegado en París 2024.
En 1896, gracias a Pierre de Coubertin, un pedagogo francés que fundó el Comité Olímpico Internacional (COI), se iniciaron por primera vez en Atenas, Grecia, los días 15 y 16 de abril, de 1896, la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos.
El fútbol se jugó por primera vez en los Juegos Olímpicos en 1900, precisamente durante los Juegos Olímpicos de París. Francia perdió.
Este se convirtió en un deporte olímpico, de pleno derecho, en 1908. En los Juegos Olímpicos de París 2024, participan 38 equipos de fútbol; 16 en la categoría masculina y 12 equipos en la categoría femenina.
¡Por fin ocurrió el milagro, sin importar decir que la selección de fútbol de República Dominicana, que batalló durante 90 minutos frente a su similar de España, perdió 3-1, en el segundo parte del partido! Cientos veinticuatro años después del inicio de los Juegos Olímpicos se produjo el primer gol olímpico dominicano.
A los 37 minutos de iniciado el juego, frente al conjunto de España, un joven totalmente desconocido, nacido en la ciudad de San Juan de la Maguana, miembro del Club Cibao FC (el club más ganador en la Liga Dominicana de Fútbol), ¡arrancó un grito de gol!, para que lo escuchara todo el mundo.
Fue Ángel Montes de Oca, quien se convirtió en el prime r futbolista en logar esta hazaña y entrar a la historia del fútbol dominicano y mundial.
El fútbol es una singular actividad humana. Está ampliamente arraigada en la sociedad y, además, alimenta el poder. Es un deporte que, –si es visto como un fenómeno social que abarca la enseñanza, la política, el arte, los medios de comunicación e, incluso, las relaciones diplomáticas–, también se ha convertido en una locura universal. Está incluso en el mercado, controlados por los espacios globalizados.
En las décadas anteriores no habría sido posible lograr una hazaña como esta: de un primer gol, como ocurrió con Félix Sánchez, a una primera medalla de oro en Juegos Olímpicos.
El trato que debería recibir ese valioso joven dominicano que marcó el primer gol de fútbol en los Juegos Olímpicos debería estar discutiéndose ahora, antes de su arribo a su terruño.
Como todo gobierno ha de tener bien definida una política deportiva, lo menos que se espera que reciba es un reconocimiento oficial por parte del Gobierno, de las federaciones deportivas, que incluya ceremonias, medallas o premios especiales en reconocimiento a su logro histórico.
Ya después, será muy grato saber del apoyo continuo, para que siga entrenando, desarrollando y pueda salir a competir en futuros eventos deportivos.
En cuanto a los incentivos financieros, la cobertura en los medios, y hasta la educación del nuevo héroe, para que avance su educación y pueda continuar haciendo carrera; eso de todas maneras se hará, pues, también dependerá de él.
En fin, toda la juventud dominicana ya tiene un nuevo héroe deportivo a quien emular y dar un trato de importancia por su logro alcanzado como atleta.