WASHINGTON.-El anticipado abandono de la senadora Elizabeth Warren de las primarias en Estados Unidos, tras sus nefastos resultados en el supermartes, acaba con la promesa de los demócratas de ser el partido de la diversidad y devuelve las opciones a la tradición- Bernie Sanders y Joe Biden, dos hombres blancos de avanzada edad.
Al inicio de las primarias, los demócratas contaban casi con una veintena de aspirantes- un heterogéneo grupo en el que figuraban asiáticos (Andrew Yang), afroamericanos (Cory Booker), latinos (Julián Castro) y varias mujeres (Kamala Harris y Amy Klobuchar, entre otras); la mayoría menores de 60 años.
Sin embargo, poco a poco el halo de diversidad y amplitud generacional fue desvaneciéndose y Warren quedó varada en el terreno intermedio entre la “revolución” izquierdista del senador Bernie Sanders y el pragmatismo centrista del exvicepresidente Joe Biden.
Warren, de 70 años y senadora por Massachusetts, había irrumpido en la batalla demócrata como una de las favoritas gracias a un articulado y detallado discurso progresista en contra de las grandes corporaciones financieras, su didáctica capacidad oratoria y una potente historia personal, que le llevó desde unos orígenes humildes en Oklahoma a dar clase en la universidad de Harvard.
“No hemos alcanzado nuestro objetivo, pero lo que hemos hecho juntos ha provocado una diferencia duradera. No es la escala de la diferencia que queríamos, pero importa -y los cambios tendrán efectos en los próximos años”, afirmó en un discurso a su equipo al anunciar su abandono.
Desde los malos resultados en el supermartes, en el que ni siquiera logró imponerse en su propio estado, Massachusetts, había crecido las especulación acerca de su retirada, especialmente entre el entorno de Sanders, que considera que gran parte del voto de Warren podría ser canalizado hacia el también senador. Por el momento, sin embargo, no respaldará oficialmente ni a Sanders ni a Biden.
“Me dijeron cuando por primer vez me lancé a esto que solo había dos caminos (el progresista y el moderado) y yo creía que habría más espacio. Evidentemente, estaba equivocada”, afirmó ante los periodistas a las puertas de su casa en Charlestown, a las afueras de Boston.
Biden lidera por el momento el conteo de delegados con 596 frente a los 531 del Sanders.
La siguiente batalla de los aspirantes demócratas tendrá lugar el próximo 10 de marzo, cuando se celebrarán primarias en seis estados más- Idaho, Michigan, Misisipi, Misuri, Dakota del Norte y Washington.
Para obtener la nominación final en la convención demócrata de julio de Milwaukee son necesarios 1.991 delegados.
Intento de Hillary
Tras el fallido intento de 2016, en el que Hillary Clinton perdió la carrera presidencial frente al actual presidente Donald Trump, la sombra de la brecha del sexo ha vuelto sobrevolar la contienda electoral. Con la salida de Warren, se cierra definitivamente la puerta a esta posibilidad en el próximo mandato.
La propia senadora reconoció que lo peor de abandonar la carrera hacia la Presidencia son “todas esas niñas pequeñas que tendrán que esperar cuatro años más” para ver una mujer en la Casa Blanca.
Poco después de conocerse el anuncio, la también senadora Kamala Harris, quien también compitió por la candidatura demócrata antes de su retirada el pasado año, subrayó que las barreras de género aún persisten en Estados Unidos.
“Este ciclo electoral en particular ha presentado cuestiones muy legítimas acerca de los desafíos de las mujeres que se postulan a presidenta de Estados Unidos. La realidad es que todavía hay mucho trabajo por delante”, dijo Harris en el Capitolio.