Leonardo Matos Berrido, expresidente de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional, por la presión social tuvo que poner “su corazón en el oído del pueblo”, al declinar que el próximo torneo le fuera dedicado a su persona, tras ácidos comentarios en distintos medios de comunicación, en especial en televisión y redes sociales, que se oponían a rajatabla.
Matos Berrido ha sido un sobreviviente de muchos acontecimientos delicados y trascendentes en el campo político, por lo que me llama la atención que sea ahora cuando se fustiga para que ese evento, propiedad de todos los dominicanos, no le sea dedicado.
Hay que recordar que Matos Berrido fue incluso embajador en el Vaticano, es decir, en la Santa Sede, y nadie dijo nada.
También desempeñó durante 26 años, escogido a unanimidad por todos los dueños de eq uipos, la presidencia de la Liga de Béisbol, y tampoco nadie protestó.
Es decir, que es a 36 años del triste, lamentable y trágico incidente del cual fue protagonista, cuando se registra este movimiento.
Muchos creen que ahora la gente tiene real consciencia para juzgar hechos lamentables de esa naturaleza, lo que motivó que se motorizara la campaña que dio al traste con ese reconocimiento de la Liga de Béisbol.
Este tipo de manifestación se repetirá de ahora en adelante, pero tendrá protagonistas preferidos, porque aquí hay muchísimos individuos que merecen la repulsa de la sociedad en general, pero son protegidos por una poderosa claque mafiosa, política y económica.
Parecería que ya la ciudadanía está despertando, aunque cada día la noto más aletargada ante los graves y penosos acontecimientos que ocurren a todos los niveles.
