La audiencia solemne se realizó en la Sala Augusta de la Suprema Corte de Justicia. Foto: Estarlin Taveras.
SANTO DOMINGO.- El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Mariano Germán, llamó a los jueces a aceptar su deber y actuar en consecuencia, con decoro, responsabilidad y enfocados en el bien común, tras precisar que desde ahí será su incidencia en el desarrollo del país.
«Es necesario seguir pensando en que el ejercicio de esta función implica una modelación del carácter y del comportamiento, donde la sola presencia implique respeto. Es necesario que la ciudadanía crea en nosotros y en nuestra actuación, que se convierta en nuestra principal defensora, porque esté convencida de que ejercemos nuestra función apegada a la Constitución, a la ley, a nuestro Código de Ética y a los principios de una buena administración de justicia», expresó.
Dijo que se hace necesario fortalecer el sistema judicial.
Manifestó que lo ideal es vivir en un mundo en donde la decencia, la cordialidad, el respeto, el buen nombre, la transparencia, la no discriminación y el sentido de la ética les acompañen siempre. «Así no tendríamos que hacer uso de los instrumentos que el sistema nos pone a disposición como garantía de que, si hay una actuación negativa, una consecuencia retributiva y rectificativa se impone».
Observó que se requiere contar con sistemas que den respuesta a las actuaciones negativas; impongan las sanciones correspondientes; trabajen en la reeducación de las conductas maliciosas; restituyan en lo posible el daño causado, y ante la imposibilidad de restitución, indemnicen, compensen (de una forma reglada y justa) el mal causado.
«Honorables Magistradas y Magistrados de la República Dominicana, eso no se nos puede olvidar nunca; tanto la actuación individual, como la actuación colectiva; la actuación privada y como la actuación pública; deben tener como sustento la verdad, la justicia, el amor y la compasión. Esta es la única garantía de lograr una sociedad evolucionada hacia la paz y la seguridad», sostuvo.
Precisó que el objetivo de la vida debe ser lograr una convivencia armónica, respetuosa, responsable y alegre.
«Las interacciones cotidianas y la convivencia deben estar signadas por la buena fe, por el deseo del bien. Desde el Poder Judicial tenemos un compromiso con esos valores y los derechos humanos, y eso implica reconocer el vínculo indisoluble entre la justicia y el amor», señaló.
Germán afirmó que está absolutamente convencido de que, si una nación quiere paz social, tiene que contar con un Poder Judicial fuerte, independiente, apegado a la ética y a los mejores intereses de la población. «Puede que en ocasiones esto no resulte totalmente comprendido, pero a pesar de las potenciales y posibles incomprensiones, me atrevo a afirmar que, si no actuamos con decisión firme frente a los actos que tienden a confundir la independencia jurisdiccional, con la idea de que cada quien puede hacer lo que quiera, estaremos creando los espacios para el desorden y la anarquía».
Ratificó que el pueblo dominicano se merece una justicia organizada, ágil y confiable.
Cifra alarmante de criminalidad
El presidente de la Suprema Corte de Justicia se refirió además a los feminicidios y resaltó que, según estadísticas de la Procuraduría General República, del 2014 a octubre de 2017, han sido asesinadas un total de 341 mujeres, lo que considera representa una cifra alarmante de criminalidad, «que no sólo deja claro que estamos en presencia de una epidemia, sino a la vez de una crisis de la familia que hace necesaria la intervención seria y decidida de toda la sociedad dominicana».
En ese sentido hizo un llamado a que formar una unidad monolítica de combate a ese contexto social, el cual demanda que todos los sectores vivos de la nación, tanto del ámbito público como privado, se ponga de acuerdo en un plan común de acciones.
«Estamos en presencia de una espiral de violencia que sólo puede ser frenada con la participación representativa de la propia sociedad, a partir de su integración», precisó.