Puerto Príncipe.- El líder del Senado haitiano, Carl Murat Cantave, pidió este martes al presidente del país, Jovenel Moise, que ponga su mandato “sobre la mesa” con el fin de encontrar una solución a la crisis que atraviesa el país.
Mediante un mensaje dirigido a la nación, Cantave hizo un llamamiento al diálogo a los distintos actores implicados en la crisis, invitando a diferentes dirigentes a poner igualmente sus cargos sobre la mesa, advirtiendo de que Haití está “sentado en un barril de pólvora, está al borde de la explosión».
“El diálogo es la única salvación para la resolución de nuestros males. Durante este diálogo, todas las opciones deben ser puestas sobre la mesa”, dijo el presidente de la Cámara alta, que también abogó por una tregua en las protestas violentas que se vienen registrando en las últimas cuatro semanas.
Cantave, que dirige la institución desde hace ocho meses, admitió la gravedad de los últimos acontecimientos registrados en el país y el “peligro inminente” que pesa sobre el destino de la nación.
“Cualquier solución cosmética a esta crisis política solo conducirá a un callejón sin salida y a un eterno reinicio de la crisis. Debe ser real, racional y urgente, adaptada a la situación económica actual, que está adquiriendo proporciones más que alarmantes”, advirtió.
Recomendó “encarecidamente que el presidente adopte las medidas necesarias para iniciar de inmediato y sin demora” un diálogo con todos los actores políticos, así como con la comunidad internacional.
“Parece que no tomamos la dimensión del peligro inminente que se cierne sobre el destino de nuestra institución y del país”, dijo, pidiendo el compromiso y el sacrificio de todos los actores para resolver la crisis y recordó sus innumerables esfuerzos” por atajar la situación.
El presidente del Senado expuso un panorama sombrío sobre la actual crisis sociopolítica y económica marcada por el hambre, la pobreza, el cierre de escuelas y de hospitales, el desempleo, la delincuencia, la violación de mujeres y niños, la guerra de bandas y la inseguridad, la escasez de combustible, las ambulancias que no pueden funcionar.
Los implicados “deben dejar las armas para sentarse, discutir, negociar y acordar la dirección que se le dará al país durante los próximos 25 años a través de un pacto formal de convivencia basado exclusivamente en los intereses del país y de la comunidad haitiana”, agregó.
Haití vive una grave crisis política y económica, que se agravó a mediados de agosto por el desabastecimiento de combustible, lo que ha desencadenado protestas violentas que exigen la renuncia del presidente Moise.
Según un informe publicado el pasado jueves por la Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos (RNDDH), al menos 17 personas han muerto y 189 han resultado heridas en el país desde que se desató la actual oleada de protestas, el pasado 16 de septiembre.