SANTO DOMINGO.- El presidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia, Rafael del Toro Gómez, expresó hoy que el ambiente de inseguridad que vive el país en estos momentos parece crecer descontroladamente y eso ha generado gran inquietud por los efectos nocivos en el clima social, la afectación de derechos fundamentales como la vida, la propiedad y la tranquilidad que merece la población.
“En un ambiente de inseguridad no hay espacio para la prosperidad ni para el crecimiento y el desarrollo social o humano. Ciertamente no somos un país que pueda esperar que lo niveles de conflictos o violencia social sean similares a los de países desarrollados, pero tanto el Estado como la sociedad no pueden aceptar que la criminalidad nos impida salir a las calles o que para hacerlo tengamos que recibir una gran presión psicológica”, dijo del Toro Gómez en su discurso tras ser juramentado como presidente de la institución.
Dijo que observan detenidamente cómo reaccionan las estructuras del sistema de justicia ante los hechos ocurridos a nivel internacional que ‘parecen comprometer a funcionarios, agentes públicos y particulares en la comisión de ilícitos que laceran nuestra moral y leyes’.
“Tenemos la impresión de que en pocas semanas se han precipitado todos los factores que permitirían a la sociedad dominicana, evaluar si toda su inversión de recursos, atención y capacitación en el sistema de justicia y la institucionalidad democrática, han sido suficientes para la independencia de los jueces y si la eficiencia y capacidad de fiscales se combinan para investigar, juzgar y sancionar los posibles crímenes que se ha cometido”, señaló.
Del Toro Gómez indicó que desde Finjus levantan la voz con firmeza y moderación para reclamar a la sociedad que preste toda su atención a los casos emblemáticos que se discuten en los medios de comunicación, “y tengamos la seguridad, más que la esperanza, de que si la justicia se apega sin temor a los procedimientos constitucionales y legales vinculados a la investigación, en base al debido proceso de ley y las garantías procesales, nuestra sociedad saldrá fortalecida de este grave trance en que la historia nos ha colocado”.
Precisó creer en la institucionalidad del país y que no tiene dudas de que el Estado saldrá fortalecido, lo que creará mejores condiciones para que la inversión productiva y sana crezca, para que la juventud alimente su esperanza y optimismo hacia el futuro que pertenece a nuestros hijos y nietos.
“Este es el momento para que el optimismo inteligente sea exigente y marque el flujo de las intervenciones de los líderes políticos, sociales y empresariales del país para que los medios de comunicación asuman su rol de revelar la verdad sin cortapisa y aprovechemos las oportunidades para que nuestras instituciones puedan realizar sus actos sin temor, ajenos a la presión que el modelo clientelista que de la política tradicional ha tratado de imponer”, puntualizo.