El pasado sábado participé en una asamblea del Bloque de Sindicatos de Trabajador@s del privatizado puerto de Haina. Es un soplo de vida estar allí y conocer la disposición de lucha de esos hombres y mujeres; rostros cansados por la acción del trabajo mal pagado, por la edad, las enfermedades y los abusos de la patronal y el gobierno…y pese a todo, estaban allí! No se quejaban; estaban atentos, aplaudiendo, opinando, votando! Esa es la clase trabajadora!
Es estremecedora su realidad caracterizada por el abandono oficial y la negación de sus derechos. Son casi cuatro mil hombres y mujeres que lo único que hicieron toda su vida fue dar su fuerza de trabajo para el desarrollo de este país.
El gobierno privatizó el muelle, y a ellos y ellas, generadores de las riquezas; los responsables de que circule la mercancía sin lo cual no es posible ninguna forma de ganancia capitalista, les dejaron fuera de la negociación.
Llevan siete años exigiendo que el gobierno de la cara y les pague unos 60 mil dólares que corresponde a cada uno en virtud de las leyes nacionales y compromisos internacionales de los que es signatario el Estado dominicano referido a ese sector de la economía.
Quienes hoy se creen nuevos dueños del puerto de Haina, también se niegan a pagarles.
Mientras tanto ellos y ellas esperan.. mueren lentamente…sin pan, sin techo, sin paga, sin un analgésico siquiera para calmar momentáneamente el dolor de sus envejecidos cuerpos.
Están allí siempre, en cada asamblea masiva convocada por la dirección del Bloque de Sindicatos. Asisten militantemente porque el dolor que genera el abuso patronal y del gobierno, lo calman con la lucha y la solidaridad que reciben.
Siguen en pie de lucha y esperan el apoyo de todos los sectores sociales y políticos para lograr que el presidente Danilo Medina les reciba, escuche y disponga el pago de su dinero que ganaron con su trabajo y su vida, porque la mayoría de ellos llegaron al muelle siendo niños y de allí nunca salieron. En el puerto dejaron su vida, tienen lesiones permanentes como la pérdida de órganos de sus cuerpos. Solo conocen el trabajo, los barcos y el mar.
Son personas de trabajo. El gobierno tiene que respetar sus derechos adquiridos.
Presidente Danilo recíbalo y páguele!
