Sesenta y cuatro por ciento de aprobación a su gestión presidencial seguramente enorgullece al presidente Medina. Pero debe preocuparle mucho que su PLD ha bajado hasta apenas un 44 % de popularidad.
La reciente encuesta revela preocupantes contrastes, pues al mismo tiempo casi 80 % de los encuestados creen que vamos por mal rumbo.
Es realmente espeluznante la anemia de la oposición: ni siquiera aprovechan el impulso de las marchas verdes, un auténtico fenómeno social y político sin precedentes contra la corrupción e impunidad.
En efecto, el PRM apenas concita un 20 % de apoyo, mucho menos de la mitad del PLD.
Y sumados, PRM, PRD y PRSC no llegan ni al 30 %, dejando delante al PLD por un cómodo 15 % de ventaja. Ni hablar de los ventorrillos cuyos dueños salen mucho en los medios pero no logran nadita del voto.
Este panorama, aunque pueda alegrar a gobiernistas, “come-solos” y peledeístas (similares pero no iguales), pinta grandes enredos… Necesitamos líderes opositores. Si sale bien de Odebrecht, ¿quién disputará convincentemente otra reelección a Danilo?