Periodista Luis García
La prensa dominicana, que al igual que como sucede en todas partes del mundo, vive el peor momento económico de la historia, incluso bajo la amenaza de que determinados medios tradicionales pudieran dejar de existir; pero aun así, ha jugado un rol de responsabilidad y conciencia social durante la actual crisis generada por el coronavirus Covid 19.
Medios y periodistas se han comportado a la altura de las circunstancias ante los embates de una pandemia sin precedentes en la historia de la humanidad; han mantenido informada a la población, sin ocultar la verdad, sin caer en la morbosidad, ni promover el pánico colectivo.
Esto sucede en una época en la que las redes sociales imponen tendencias y hasta llegan a construir ciertas realidades y percepciones favorables o desfavorables a ciertos intereses, ocultas o visibles.
El ejercicio del periodismo resulta una tarea difícil en el apogeo de los denominados “influencers”, algunos de los cuales gozan de un protagonismo casi ilimitado. Se trata de usuarios de las redes sociales que, bajo el manto de una supuesta credibilidad, se convierten en íconos que promueven marcas, causas e inquietudes sociales, a las que les confieren significados.
En la comunicación iconográfica, un ícono es un signo que representa un objeto o una idea con los que guarda una relación de identidad o semejanza formal.
Estas figuras usan, muchas veces inconscientemente, un lenguaje icónico, con el objeto de constituirse en representaciones de realidades que construyen para las audiencias que previamente han identificado y que suelen llamarse “target” o público objetivo.
Existe, sin embargo, marcada diferenciación entre un “influencer” y un periodista.
El primero puede surgir de la nada, y cuyo objetivo es que sus contenidos reciban “likes”, sin importarle la verdad de las cosas; mientras que para el segundo, la búsqueda permanente de la verdad será su norte en el ejercicio de la profesión. Dentro de sus tareas cotidianas figuran las de descubrir e investigar temas de interés público, contrastarlos, sintetizarlos, jerarquizarlos y difundirlos.
El periodista debe regirse por una serie de principios y se auxilia de una serie de técnicas adquiridas a lo largo de sus estudios profesionales. Y en un contexto en que las tecnologías de información y la comunicación han impactado significativamente en la profesión, se estima que un buen periodista es aquel que consigue información relevante y exacta en el menor tiempo posible.
Una cosas cierta es que los “influencers” han sabido aprovechar los grandes cambios que ha experimento el mundo con el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación, sobre todo con el acceso masivo a la Internet, herramienta que posibilita que gran parte de la población global pueda disponer de contenidos diversos, que hasta finales del siglo XX, solo eran suministrados por los periodistas, escritores o las élites culturales o académicas.
Pero a propósito de la pandemia del coronavirus Covid 19, el periodismo y los periodistas dominicanos han estado a la vanguardia, sin dejarles espacio. Esto tiene su explicación en que crisis de esa dimensión no deja margen al morbo, sino que demanda de noticias puntuales que posibiliten frenar la incertidumbre y el pánico.
Una prensa responsable, al servicio de la libertad y de la verdad, representa un baluarte para cualquier sociedad que aspire a la justicia social y sobreponerse antes los problemas, por grandes que estos parezcan ante la capacidad humana.
