Madrid.- A día de hoy se desconoce el origen de la preeclampsia en la mujer, aunque existen factores de riesgo como la edad de embarazo superior a 35 años, antecedentes de enfermedad renal, presión arterial alta o diabetes pregestacional.
Desde hace relativamente poco, disponemos de un método de cribado de riesgo de preeclampsia que se utiliza en el primer trimestre de gestación y que, por tanto, nos permite evitar las numerosas complicaciones, tanto para la madre como para el bebé, que surgen de esta enfermedad propia del embarazo.
“Asocia una gran morbimortalidad materna y neonatal, generalmente debido a la finalización prematura del embarazo, y a su asociación con el crecimiento intrauterino restringido (CIR)”, afirma la doctora Lourdes Gabasa, médico especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Quirónsalud Zaragoza.
En concreto, señala que la enfermedad hipertensiva afecta en torno a un 10 % de las gestaciones: “Es una enfermedad multisistémica que aparece en la segunda mitad del embarazo, afectando en torno al 2-8 % de los mismos”.
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Los factores de riesgo de la preeclampsia, tal y como describe esta especialista, son: primer embarazo; antecedente de preeclampsia en gestación previa, o antecedentes familiares con preeclampsia; padecer hipertensión arterial crónica, enfermedad renal, diabetes mellitus, o enfermedades autoinmunes; edad igual o superior a los 40 años; gestación múltiple; obesidad materna; así como gestación mediante técnica de reproducción asistida (FIV).
Cribado de preeclampsia
“En la actualidad, disponemos de métodos de cribado que se realizan en el primer trimestre de la gestación y pueden calcular el riesgo individual de cada paciente de presentar preeclampsia durante su embarazo”, aclara la doctora Gabasa.
Para realizar esta determinación se valoran factores personales y antecedentes de la mujer (edad, peso, tensión arterial media), así como marcadores analíticos hormonales (PAPP-A y PIGF), y marcadores ecográficos (Doppler de las arterias uterinas en la ecografía de semana 12).
“La tasa de detección de preeclampsia con este análisis multivariante se sitúa en el 94 % (PE < 32 semanas 88 %, PE >32 semanas 75 % de acuerdo a los datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO)”, agrega.
Se considera ‘preeclampsia de inicio precoz’ si esta tiene lugar antes de las 32 semanas de embarazo; ‘preeclampsia de inicio tardío’, después de las 32 semanas; y ‘preeclampsia leve’ o ‘preeclampsia severa’, según su gravedad, detalla esta especialista.
La importancia de este cribado de preeclampsia, según argumenta la experta de Quirónsalud Zaragoza, radica en que se ha demostrado, mediante el estudio ASPRE, que la administración de ácido acetilsalicílico (aspirina) a dosis de 150 miligramos día, antes de la semana 16 de gestación, reduce la posibilidad de desarrollar la enfermedad antes de la semana 37.
¿Y si hay alto riesgo de preeclampsia en el embarazo?
Para aquellas pacientes que obtienen un resultado de alto riesgo de preeclampsia en el primer trimestre de embarazo la ginecóloga recomienda un seguimiento específico para la detección precoz de la preeclampsia.
“Tienen indicación de realizar un estrecho control seriado ecográfico del feto para detectar posibles retrasos de crecimiento intrauterino. En el Hospital Quironsalud Zaragoza somos pioneros en la incorporación de este cribado de preeclampsia en todas las gestantes que así deseen”, afirma.
Mientras, recuerda que los casos de preeclampsia leve no suelen tener consecuencias importantes durante la gestación, y la mayor parte de los recién nacidos son sanos y sin complicaciones.
“Lo importante es un diagnóstico temprano, con una medición de tensión arterial en cada consulta de seguimiento de embarazo, y realizar las mediciones analíticas de sangre y de orina que se solicitan en los controles”, añade.
Hipertensión arterial a partir de la menopausia
A juicio de la doctora Gabasa es importante tener en cuenta que alrededor de un tercio de las mujeres que desarrollaron un episodio de preeclampsia durante el embarazo podrán presentar hipertensión arterial a partir de la menopausia, por lo que es conveniente un control de la tensión arterial en el médico de Atención Primaria cada dos años, y anualmente a partir de los 40 años.
“En cuanto al asesoramiento de futuros embarazos en aquellas pacientes que han desarrollado un episodio de preeclampsia deben conocer que aumenta el riesgo en un embarazo futuro, sobre todo si el inicio fue antes de la semana 32 de gestación”, apostilla.
Es más, sugiere la especialista en ginecología y obstetricia que todas aquellas mujeres que tuvieron un episodio de hipertensión durante su embarazo, con el objetivo de disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular futura eviten el tabaquismo; mantengan un estilo de vida activo; sigan la dieta mediterránea; además de evitar la obesidad.