Celedonio Jiménez
El movimiento Marcha Verde es ya nuevemesino. Su nacimiento en enero del año en curso es una de las mejores cosas que nos ha sucedido en mucho tiempo.
Antes de esa fecha la sociedad dominicana se caracterizaba, en lo general, por la pasividad y la dispersión.
Hoy somos un país en que muchos conglomerados poblacionales se movilizan en la calle por objetivos claros: el fin de la impunidad, contra la corrupción, por el encarcelamiento de los funcionarios corruptos y por la devolución de lo robado al pueblo.
En favor de los referidos objetivos Marcha Verde ha tenido iniciativas como “libro verde”, “llama verde” y “barrio verde”. Por igual ha convocado marchas barriales, provinciales, regionales, nacionales y en el exterior, todas con masiva y exitosa participación de los más variados sectores.
Tal ha sido el calado de la consigna por el fin de la impunidad, que hoy múltiples sectores en lucha contra algún hecho de asesinato, violación, desaparición e injusticia, se movilizan enarbolando dicha consigna.
Por las movilizaciones de Marcha Verde se encuentran en proceso judicial una serie de funcionarios, legisladores y exlegisladores, y se ha demandado la ampliación de las investigaciones por el caso Odebrecht a los expresidentes Hipólito Mejía, Leonel Fernández y el actual presidente de la República, Danilo Medina, así como a los legisladores Reynaldo Pared, Cristina Lizardo y a los altos funcionarios Rubén Jiménez Bichara y Gonzalo Castillo.
Si a las demandas de encarcelamiento a los corruptos el sistema no le pone caso, tanto peor para el orden establecido. Ya en un artículo anterior titulado ¿Hacia dónde va la sociedad dominicana?, señalé que si se hacía caso omiso a los anhelos de justicia del pueblo dominicano, entonces podría ser posible que cuajaran las condiciones para que nos dirigiéramos hacia un futuro levantamiento social o “poblada”.
Algunos han apostado hacia una caída por “rutinización” de Marcha Verde, pero la gran marcha del 16 de julio pasado desmiente esa perspectiva.
Creo que el porvenir de Marcha Verde está asociado a la tenaz persistencia de la lucha en la calle, a la realización de iniciativas impactantes y a la preservación de la unidad que hasta ahora ha exhibido el movimiento, manteniendo consignas y actividades que sumen y unifiquen.
