Por una justa valoración

Por una justa valoración

Por una justa valoración

Cuando los pueblos no valoran a sus héroes en su justa dimensión, están destinados a sucumbir en el tiempo, porque la falta de esa apreciación está íntimamente relacionada con un elevado déficit de conciencia y formación sobre el papel a desempeñar en cualquier circunstancia.

En nuestro país, por ejemplo, todavía estamos muy lejos, aunque se celebren pomposos desfiles militares no existe una cultura generalizada, no hay consciencia de los aportes trascendentales que han realizado hombres y mujeres en todos los estadios de la vida.

Es más, en muchos casos, cada día con más frecuencia, cualquier “carajo a la vela” irrespeta sin ninguna consecuencia a héroes nacionales.

Por ejemplo, en el área de deportes todavía no se valoran en su justa dimensión los aportes que han hecho y están realizando atletas en diversas disciplinas, por el contrario, se esmeran en desacreditarlos siempre que encuentren un “huequito” para ello.

Traigo esto a colación por lo que ocurrió el pasado martes en Japón, Tokio prácticamente se paralizó cuando Ichiro Suzuki fue presentado en un partido entre los Marineros de Seattle y los Atléticos de Oakland.

Quizá exagere un poco en la comparación, pero creo que es una muestra simple, aunque significativa, de las diferencias existentes en sociedades en la valoración y dimensión de los aportes de sus hombres y mujeres.
Un avance en ese aspecto solo será posible mediante un arduo proceso de educación integral, del cual estamos a décadas.