Por su división el PRD continúa perdiendo los gremios sociales

Por su división el PRD continúa perdiendo los gremios sociales

Por su división el PRD continúa perdiendo los gremios sociales

Santo Domingo.-La actual crisis por la que atraviesa el Partido Revolucionario Dominicano, ha dejado como consecuencia que esta organización continúe perdiendo el control en los principales gremios sociales.

La última derrota electoral del PRD fue en las elecciones del pasado fin de semana en el Colegio de Abogados de la República Dominicana (CARD), donde acudió dividido llevando a la abogada Belgia Soler, por parte de la facción de Mejía y José Pérez Vólquez, resultando ganador con 5,095 votos, el candidato del Partido de la Liberación Dominicana, Diego García.

Más derrotas

De haber ido compactados los representantes del partido blanco, hubiesen ganado las elecciones con una amplia ventaja sobre el partido de gobierno.

Una muestra de esto, Pérez Vólquez obtuvo 4,515 votos y Belgia Soler 2,728, sumados el PRD saldría airoso con 7,243 votos, contra 5,095 del Partido de la Liberación Dominicana.

Las elecciones del Colegio Dominicano de Notarios también reflejó la batalla entre los líderes perredeístas Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado por mantener el control de la entidad, el candidato Teófilo Rosario, del grupo miguelista, perdió la batalla frente a Rodolfo Pérez Mota, del partido morado.

En el caso del Colegio Médico Dominicano, el PRD de manera institucional apoyó a Hugo Batista Martich, quien obtuvo 2,264 votos, mientras Clemente Terreno logró 502 sufragios de manera independiente.

Con la victoria en los notarios, al PLD se le suman los triunfos gremiales en la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y los profesionales agrícolas (ANPA). También en el Colegio de Arquitectos y Agrimensores (CODIA).

Candidatos del Consenso

Otra derrota que se ve venir es la rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que de no llevar un candidato que surja del consenso, el PRD perderá está plaza tan importante.

Tradicionalmente, los partidos políticos han tenido incidencia en los sectores gremiales del país y en determinados momentos, especialmente en época electoral. Sin embargo, el PRD ha ido perdiendo todos estos espacios sociales a medida que ha ido creciendo su crisis interna.

El PRD y sus líderes políticos tendrán que emplearse a fondo para logar unificar el partido con miras a las elecciones de 2016, que desde 2004 ha perdido cinco elecciones de manera consecutiva (2004, 2006, 2008, 2010 y 2012).

Donde estaría en juego la presidencia de la República, y así los cargos en los niveles congresuales y municipales.

En toda su historia ha quedado demostrado que el PRD gana elecciones cuando ha realizado sin incidentes sus convenciones con varios precandidatos, que integren a todo el PRD y a sectores y personas fuera de él (sobre todo a la juventud, mujeres y clase media), donde estas competencias son calificadas de competitivas y transparentes.

Orígenes de la crisis

En enero de 2007, el PRD elige a Miguel Vargas Maldonado como candidato presidencial del PRD, al vencer a su única contrincante Milagros Ortíz Bosch.

Durante la campaña dirigentes de niveles medios y de las bases renunciaron, con el alegato de que el grupo de Vargas era excluyente. Dando como resultado que el PRD perdiera las elecciones frente al PLD con Leonel Fernández a la cabeza.

Más tarde en el 2010, el partido blanco volvió a perder las elecciones, está vez en el nivel congresual y municipal. En el 2012 se abre más la grieta de la crisis, luego, de que el expresidente Hipólito Mejía, resultara ser el to candidato presidencial, por segunda vez, frente a Vargas Maldonado. luego de haber hecho una alianza con Luis Abinader.

En la campaña ambos líderes sacaron ante la opinión pública sus diferencias.

A tal punto que esto contribuyó en gran medida, a que el partido blanco bajara varios puntos en la popularidad y aceptación del electorado dominicano.

De su lado, la facción de Vargas Maldonado le pasó factura a Mejía en el proceso, al no integrarse en los comandos de campaña, con el mismo alegato de que no se les dio participación.



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