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¿Por qué tener metas nos hace más felices? El motor interior de la alegría:

Yovanny Medrano Por Yovanny Medrano
Por qué tener metas nos hace más felices. Imagen de StockSnap en Pixabay
📷 Por qué tener metas nos hace más felices. Imagen de StockSnap en Pixabay

Ls metas son una brújula en el pecho. Dicen que en un rincón del mundo, vive un hombre que cada mañana lanza una flecha al cielo, sin saber adónde caerá. Luego se pasa el día buscándola, entre piedras, nubes, ramas y palabras. A veces la encuentra, otras no, pero siempre vuelve a lanzar otra. Los vecinos dicen que está loco. Sin embargo, él responde: “No busco la flecha, busco el sentido de haberla lanzado”.

Esta historia, tan absurda como poética, revela una verdad profunda: necesitamos una dirección, una intención, un horizonte al cual mirar para que el alma no se detenga. No somos felices simplemente porque las cosas estén bien, sino porque sabemos hacia dónde vamos y por qué caminamos.

¿Qué son las metas y por qué importan tanto?

Las metas son representaciones mentales de un estado deseado. Implican una intención sostenida, un compromiso interno que nos moviliza hacia adelante. No son simplemente sueños: involucran decisión, dirección y acción.

Según el psicólogo Charles Carver, “las metas organizan el comportamiento, estructuran la experiencia y orientan la percepción del éxito o el fracaso.”

Un cambio personal como ejemplo

Fue esa broma amorosa, esa pequeña provocación de mis hijos, lo que me impulsó a transformar mi vida.

Una meta sostenida en el tiempo, alimentada por la fe y el amor, puede hacer lo que parecía imposible.

Las metas son brújulas internas

El psicólogo Robert Emmons explica que “las metas personales organizan nuestro comportamiento, dan estructura al tiempo y nos permiten medir el progreso».

Las personas con metas significativas reportan niveles más altos de bienestar.

La neurociencia también respalda esta conexión. La motivación está íntimamente ligada al circuito del deseo y la expectativa, más que al placer inmediato.

No todas las metas son iguales

Las metas extrínsecas pueden generar vacío si no están alineadas con valores profundos.

Las metas intrínsecas -como crecer, amar, servir o aprender- son las que más nutren la felicidad.

Según Deci y Ryan, las personas más felices sienten que sus metas satisfacen tres necesidades básicas:
Autonomía, competencia y relación.

Metas pequeñas, felicidad real

No es necesario tener metas grandiosas. Lo importante es que estén alineadas con nuestros valores y sean sostenibles.

¿Y si no sé cuáles son mis metas? La búsqueda de metas también es una meta.

“Quien tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”. -Friedrich Nietzsche.

Puntos que se deben tener claro

  • Tener metas es una necesidad humana ancestral.
  • Cuando las metas nacen del corazón y se sostienen con fe, se convierten en milagros silenciosos.
  • Encomienda al Señor tu camino; confía en Él, y Él actuará.” — Salmo 37:5.
  • Hay caminos que solo se abren cuando el alma decide caminar con propósito.

Les invitamos a leer: La meditación y el manejo del estrés, neurociencia y transformación interior

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Yovanny Medrano

Ingeniero Agronomo, Teologo, Pastor, Consejero Familiar, Comunicador Conferencista, Escritor de los Libros: De Tal Palo Tal Astilla, y Aprendiendo a Ser Feliz

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