Santo Domingo.– Ricardo no puede ocultar su preocupación al ver cómo agentes de la Dirección General de Migración suben a su esposa Raquel, quien está embarazada de ocho meses, a uno de las guagua de la institución, pese a que, según afirma, ella tiene todos sus documentos en regla.
“Ella es haitiana, pero tiene su residencia, tiene todos sus papeles al día, con ella, con sus pertenencias. Entonces, si todo está en orden, ¿por qué la suben al camión?”, dice el hombre con voz entrecortada, mientras graba la escena con su celular.
Vestido con un abrigo gris, Ricardo observa impotente cómo su pareja es escoltada por dos agentes femeninas.
Raquel, quien vestía un vestido marrón y zapatillas blancas, había acudido en la mañana a la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia para su chequeo prenatal.
“¿A qué ella vino hoy? A chequearse”, responde Carlos. “¿Y usted no sabe qué le dijeron en la consulta?”, le preguntan. “No”, contesta. “¿Cuál es su mayor preocupación ahora?”, insisten. “Mi mayor preocupación es que no pase nada. Si ella tiene sus papeles al día y está lista, no debería preocuparme por nada”.
Medidas migratorias
Ayer las autoridades dominicanas comenzaron a exigir documentos de identificación a ciudadanos haitianos que buscan atención médica en hospitales públicos, como parte del nuevo protocolo de verificación migratoria anunciado por el presidente Luis Abinader hace dos semanas.
La medida busca enfrentar la inmigración irregular desde Haití.
El operativo arrancó en 33 centros de salud, muchos de los cuales reciben a mujeres haitianas embarazadas o que han dado a luz recientemente. Algunas de ellas fueron detenidas durante la jornada y trasladadas en vehículos de Migración para ser repatriadas.
Carlos dice no estar en contra de las medidas del Gobierno, pero enfatiza que quienes tienen su estatus migratorio regularizado no deberían ser detenidos.
“No estoy en desacuerdo con lo que está haciendo el Gobierno. Pero el que tiene sus papeles en regla debe quedarse tranquilo”, dijo Ricardo.
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Edili Arias
Periodista egresada de la Universidad O&M, apasionada por escribir sobre niñez, salud e historias humanas. Combina su amor por el periodismo con su afición por los deportes. Madre de dos niños, lo que le aporta una perspectiva cercana y sensible en sus reportajes.
