Para la economía el comportamiento dinámico de la balanza de pagos reviste una importancia trascendental para proyectar el potencial de la actividad económica en el contexto de globalización. Esto es fruto de que se trata de una variable que refleja el registro sistemático de las transacciones económicas ocurridas durante un periodo de tiempo determinado entre los residentes de un país y los residentes del resto del mundo.
El tratamiento conceptual de la balanza de pagos se dimensiona por la razón de que es un documento de carácter contable en el cual quedan registradas todas las operaciones comerciales, de servicios y de movimientos de capitales llevadas a cabo por los residentes en un país con el resto del mundo. Y es en tal sentido que la balanza de pagos suministra información detallada sobre todas las transacciones entre residentes y no residentes, cuyo saldo global estará en función del régimen de tipo de cambio que predomine en la economía.
Para la economía es de gran importancia el monitoreo sistemático al saldo de la balanza de pagos ya que este resulta del saldo de la balanza por cuenta corriente más el saldo de la balanza por cuenta de capital, por tanto, también es igual a la variación neta de reservas. Por tal razón, el Banco Central reduce sus reservas de divisas cuando la balanza de pagos tiene un déficit y las incrementa cuando ésta presenta un superávit.
Lo expuesto permite asumir que los dos componentes más relevantes en la balanza de pagos son la cuenta corriente y la cuenta de capital. Establecido ese criterio se interpreta que un déficit en la cuenta corriente implica, por tanto, que el país está aumentando su posición deudora neta con respecto al resto del mundo y que si una economía presenta un déficit por cuenta corriente para financiarlo tendrá que recurrir al saldo de la balanza financiera o al saldo de la balanza de capital.
Bajo el enfoque planteado se hace necesario que en un análisis económico resulta trascendental conocer el origen de los posibles desequilibrios en la balanza de pagos y las causas multifactoriales que podrían generar los mismos. En tal sentido, se puede sostener que un cambio estructural en la economía local o internacional puede engendrar una crisis en el sector externo de un país con el resto del mundo cuyos efectos tienden a ser lesionador sobre la balanza comercial, cuya expresión predecible seria una disminución de ingresos, vía las exportaciones, y aumento del gasto por concepto de importaciones.
También para entender esta variable macroeconómica se debe considerar un factor relevante que afecta la balanza de pagos como es el caso de la dinámica del ingreso per-cápita, tanto de residentes como de la población de los países que son socios comerciales. Pues como se sabe, el incremento del ingreso es directamente proporcional a la demanda de bienes manufacturados e inversamente proporcionales al consumo de bienes básicos, ya que ambos son determinantes para tener un panorama más amplio de la interpretación de la balanza de pagos.
Por último, se puede colegir la existencia de un vínculo entre el desequilibrio de la balanza de pagos y el déficit presupuestario. Esto se plantea en el hecho de que cuando el gobierno tenga que recurrir a financiar el gasto público con créditos externos, las importaciones seguirán creciendo, ya que mientras más dinero se solicite como préstamos en el extranjero, o mientras más inversiones extranjeras se presenten, más importaciones habrá.
Visto en una dimensión macroeconómica, entonces, se debe suponer que en ese contexto los efectos de corto plazo de una devaluación de la moneda local terminan siendo inevitables. Esto se pondera en el entendido de que muchas de las importaciones y exportaciones que se realizan en un momento determinado, son el resultado de transacciones que se hicieron anteriormente, y, en la actualidad, eso está gravitando en muchas economías, incluyendo la dominicana, a raíz de la crisis sanitaria en desarrollo, aun.