Hamburgo dijo no, pero no es la primera. Antes habían sido Boston y Toronto las que les habían dado la espalda a la posibilidad de ser la sede de los Juegos Olímpicos de 2024.
¿La razón? El rechazo de los habitantes de la ciudad.
Más del 50% de los residentes en Hamburgo votaron en favor de la campaña del No en un referendo, que estuvo impulsada por sus críticas al elevado costo que significa albergar el evento deportivo más grande del planeta.
Fue una decisión que le cierra las puertas a Alemania ante el Comité Olímpico Internacional, ya que se trata la segunda vez que una ciudad opta por no ser anfitriona de unos juegos.
Múnich, que fue hace más de 40 años la última ciudad alemana en recibir al movimiento olímpico, se retiró del proceso de elección de los juegos de invierno de 2022.
Otra realidad
El categórico resultado del referendo, que contó con la participación de la mitad del electorado, sorprendió tanto al gobierno de Hamburgo como al Comité Olímpico Internacional, que está bajo presión por modificar los requisitos para ser sede olímpica.
El alcalde de la ciudad, Olaf Scholz, admitió que fue una «decisión que no queríamos, pero que es clara».
Las críticas se enfocaron sobre el plan de invertir US$11.900 millones para que la ciudad fuera la sede olímpica, que según la campaña del No- se podría invertir en proyectos sociales.
Florian Kasiske, de NOlympia, reconoció que hubo un cambio de actitud en los últimos meses luego de que a principios años una encuesta mostró que un 60% de la población estaba en favor de los juegos.
«Se trata de la política de la ciudad. Mucha gente está llegando a la ciudad y están durmiendo en tiendas de campaña y no hay dinero para eso», dijo.
Para el presidente de la Confederación Alemana de Deportes Olímpicos, Michael Vesper, está claro que «ahora será imposible para Alemania ser sede de los Juegos durante décadas».
Él considera que además de la crisis de refugiados que afecta a Europa y que los recientes ataques que hubo en París afectaron la intención de voto.
También alega que pudieron influir los escándalos de corrupción de la FIFA y de dopaje en el atletismo.
Tendencia
Un portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI) dijo que «se perdió una gran oportunidad para la ciudad, el país y el deporte».
«La ciudad también perdió una inversión destinada por el COI de US$1.700 millones para el éxito de los juegos», cifra mayor a la que tenía presupuestado destinar Hamburgo. El resto hubiera surgido del gobierno central en Alemania y patrocinadores.
En julio, Boston decidió también retirarse de la carrera por la falta de apoyo de la población, mientras que el alcalde de Toronto, John Tory, anunció que la ciudad no optaría por ser sede olímpica en 2024.
«No puedo ver a la gente a los ojos en este momento de desarrollo en nuestra ciudad y decirles que una candidatura olímpica es la mejor manera de destinar nuestro tiempo nuestra energía o nuestra inversión».
Las ciudades que todavía siguen en carrera son Roma, París, Budapest y Los Ángeles.
El nombre de la ganadora será anunciado en septiembre de 2017.