Es importante estar en contacto con tus emociones y aprender a utilizarlas de forma positiva.
SANTO DOMINGO.-Cuando hablamos de higiene todos pensamos que nos referimos a la física, y de nuestro entorno. Aunque esto forma parte de la higiene mental, muy pocos saben lo que esta es realmente.
La higiene mental es el conjunto de actividades que permiten que una persona esté en equilibrio con su entorno sociocultural.
Así lo afirma Msc. Katherine Langa de Praxis Psicología Integral, al destacar que estas acciones intentan prevenir el surgimiento de comportamientos que no se adapten al funcionamiento social y garantizar el ajuste psicológico imprescindible para que la persona goce de buena salud mental.
Explica que la salud mental de un individuo se refleja en su comportamiento cotidiano y está vinculada a la capacidad para manejar sus temores y angustias, controlar la ansiedad, enfrentar las dificultades y aliviar las tensiones.
La experta refiere que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la higiene mental promueve el bienestar, la prevención de trastornos mentales, y el tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por trastornos mentales.
Es un proceso de por vida que comienza en la infancia temprana y continúa hasta la muerte de un individuo.
El verdadero objetivo
Langa manifiesta que el objetivo principal de la higiene mental es conseguir y preservar la salud mental. Agrega: “Es importante tener en cuenta que esto no implica que personas con afecciones emocionales o mentales no puedan tener buena higiene mental o que puedan gozar de buena salud mental y, así mismo, la ausencia de trastornos mentales no garantiza el bienestar emocional y mental.
Dicho esto, podemos entender que personas con diagnóstico de trastorno mental, o que cargan con un sufrimiento emocional, pueden ser funcionales en su vida diaria y dentro del ambiente en el que se desarrollan practicando una buena higiene mental”.
La valoración positiva de los rasgos propios y ajenos, estar en contacto con tus emociones y el fortalecimiento de la autoestima, son algunas de las cuestiones que cualquier persona debe trabajar para practicar higiene mental.
Recomienda una serie de acciones que son identificadas como las principales características de una funcionalidad sana y los principales componentes del bienestar mental.
Entre estas • Prestar atención a las necesidades básicas biológicas, como comer y dormir, y a la salud física, no descuidando visitas médicas. • Fortalecer el área espiritual. • Hacer de tu autoestima una incondicional, conocerte, amarte por quien eres. • Cultivar y mantener buenas relaciones interpersonales. • Trabajar en áreas que nos permitan desarrollar nuestros talentos y potencial y • Evitar recrear situaciones pasadas en las que experimentemos fracasos y frustraciones.
Esta se cultiva
— Empieza contigo
Katherine asegura que la higiene mental debe ser cuidada por cada individuo a través de hábitos positivos que le permitan mantener el equilibrio interno.
