En el fragor de la democracia, cada voto cuenta como un ladrillo en la construcción de un país más equitativo y representativo. En República Dominicana, donde la participación ciudadana en las elecciones es fundamental, la decisión de acudir a las urnas el próximo 19 de mayo no sólo es un derecho, es una responsabilidad compartida hacia el futuro de nuestra nación.
La democracia, ese concepto que a menudo se nos presenta como un ideal distante, se hace tangible cuando los ciudadanos se comprometen a elegir a aquellos que nos representarán en los distintos órganos de poder. Es importante comprender que la esencia de la democracia radica en la participación activa y consciente de todos los ciudadanos, ya que sólo así se puede asegurar una distribución equitativa del poder, evitando la concentración absoluta en una sola instancia, como el ejecutivo.
En este contexto, la próxima elección no sólo se trata de elegir al próximo presidente y vicepresidente, sino también de configurar un Congreso Nacional diverso y plural. Es al Congreso a quien le corresponde la vital tarea de fiscalizar las acciones del Poder Ejecutivo, por lo que resulta imperativo que esté conformado por una representación equilibrada de los diversos partidos políticos.
Una de las particularidades de estas elecciones es el amplio abanico de opciones que se presentan, especialmente con la participación activa de jóvenes preparados y comprometidos con el servicio público. Es momento de valorar no sólo las afiliaciones partidarias, sino también el perfil y las propuestas de los candidatos, asegurándonos de elegir a aquellos que comprenden su función fundamental: servir, vigilar y legislar en favor del bien común.
Es común en nuestro país que los partidos políticos promuevan el voto entero, lo cual implica marcar a todos los candidatos de una misma agrupación. Sin embargo, esta práctica puede implicar entregarle al presidente electo un control excesivo sobre el órgano encargado de fiscalizar sus acciones, desequilibrando así el sistema de pesos y contrapesos.
Por ello, es esencial votar con conciencia, ejerciendo nuestro derecho a dividir nuestras simpatías y elegir a aquellos candidatos que realmente representen nuestros valores y aspiraciones. La democracia no se trata de endosar un apoyo ciego a un solo partido, sino de celebrar la diversidad y la pluralidad de ideas que enriquecen nuestro sistema político.
En estas elecciones, debemos apostar por un Congreso Nacional que sirva como un verdadero contrapeso al Poder Ejecutivo, pero esto sólo puede lograrse si cada uno de nosotros vota de manera informada y consciente, seleccionando a aquellos políticos que han demostrado su honestidad, transparencia y compromiso con el interés nacional.
Al depositar nuestro voto este 19 de mayo, recordemos que estamos construyendo el futuro de nuestra nación, un futuro que debe ser forjado con responsabilidad, inclusión y compromiso democrático. Es momento de hacer valer nuestra voz y nuestra voluntad, porque en la democracia reside el poder de transformar nuestro país hacia un camino de progreso y equidad para todos.