A un joven le cercenaron un brazo tras una discusión en un juego de baloncesto entre iglesias evangélicas. Un partido que era “para atraer a jóvenes a través del deporte y acercarlos a la iglesia”.
Porque rozaron su vehículo, un hombre mató a una mujer e hirió a su acompañante.
Un hombre violó y mató a su hijastro de un año y 11 meses, también violó una hermana del niño, de 9 años.
Tres hombres violan y estrangulan a una adolescente en Samaná.
En Moca un hombre asesinó a una adolescente que no quería seguir en la relación y luego se suicidó.
En el barrio La Ciénaga, un hombre mató a otro por una cerveza
Policía apresa en un día a cuatro hombres -en lugares separados- por violencia contra la mujer.
Apresan a una mujer que golpeada inmisericordemente a su hija de tres años.
Todos estos hechos en menos de dos semanas.
¿Qué ocurre en la República Dominicana? ¿Por qué y cómo nos hemos vuelto tan violentos?
Como sociedad no nos estamos observando, ni haciendo autocritica; pero, peor: estamos perdiendo la capacidad de asombro y algunos hechos violentos se están normalizando.
Pero me preocupa aún más que no se esté haciendo nada para determinar los factores culturales, sociales, ambientales que nos han traído al punto donde estamos.
Mientras medios de comunicación, sociedad civil y Gobierno deberían estar convocando al análisis de esta situación a psicólogos sociales, a sociólogos y estudiosos de los comportamientos colectivos, ver causas y posibles estrategias de enfrentamiento, en lo que todo el mundo esté es en primarias abiertas o cerradas, porque en República Dominicana, el único tema que moviliza es la política. Una pena.
El objetivo de la violencia es el daño extremo y como se sabe en ella influyen factores culturales, ambientales y sociales que modelan la manera concreta como se expresa esa conducta violenta.
La generación actual está modelando la próxima y si en esta lo que se vive y genera es violencia, pues esta es la herencia maldita para sus hijos e hijas.
Hoy día la violencia en nuestro país es una realidad que se vive a todos los niveles: desde la escuela hasta la manera en como se conduce en calle, avenidas y carreteras. Si seguimos como vamos ¿qué nos espera?