Hugo López Morrobel
BLa decisión, al parecer ahora en serio, porque muchos anuncios se han realizado y no se han materializado, de parte de la rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo de realizar los esfuerzos e inversiones para fortalecer el deporte, merece el reconocimiento de todos los que durante décadas fuimos testigos del esplendor que alcanzó allí esa actividad.
Aunque las remembranzas, de remembranzas no pasan, la realidad es que cuando se hablaba de la potencialidad deportiva de la UASD, había que quitarse el sombrero.
Recuerdo los años en que en ella estaban impartiendo docencia los mejores entrenadores en cada una de las disciplinas, uno de ellos era el “Mariscal” Enrique Lantigua, quien por años ofreció todos sus conocimientos de béisbol.
A pocos meses de dejar la Rectoría, Emma Polanco al parecer no quiere dejar un pobre legado en los deportes.
Ojalá que los Juegos Tony Barreiro, que por años han sido el eje fundamental en el desarrollo del deporte “uasiano”, alcancen de nuevo el lugar que merecen los atletas universitarios.
Sin embargo, esto solo será posible con la firme decisión y convicción de que hay que realizar las inversiones necesarias, al tiempo de incentivar a los atletas para que den el 100 %.
