El alcalde de San Cristóbal cree que si Danilo Medina quisiera intentar ser reelegido podría lograrlo con apoyo abrumador.
Pero hoy la Constitución lo prohíbe. Y el propio presidente no ha manifestado ese deseo. Empero, al abogar veladamente por la continuación en el poder de Medina, Nelson Guillén desbarra garrafalmente afirmando que quienes rechazamos primarias abiertas impuestas legalmente, lo hacemos por “temor” ante la posibilidad de una cuarta candidatura de Danilo.
Las primarias abiertas son una aberración, igual que si en una elección general personas que no sean dominicanas con capacidad pudieran votar. ¿Cómo puede ser legítimo que personas ajenas a un partido (o a un Estado) voten para escoger al candidato (o al presidente)?
Los miembros empadronados de cualquier partido poseen un derecho que no tienen quienes no son miembros y sería ilegal despojarlos de ese atributo mediante imposición.
Además, si pese a todo, según Guillén, Danilo posee suficientes votos para ganar comoquiera, ¿por qué hacerlo por las malas? Sin insistir en el aparentemente pequeño detalle de la prohibición constitucional.
