El silencio, práctica común en este país, ha copado las informaciones que deben fluir, sobre los pasos que se están dando en la provincia Hermanas Mirabal, para la realización de los próximos Juegos Nacionales.
Unos juegos que si no se corrigen los errores del pasado, no tienen la mínima razón de celebrarlos.
Las causas del fracaso de , son bastante simples, y la conocen al dedillo las autoridades y la dirigencia deportiva en todos sus niveles.
El principal inconveniente de este evento, que por cierto son bastante costosos, es que las entidades que deben dar seguimiento al producto final, se hacen los sordos, ciegos y mudos.
Y ese debe ser el principal objetivo.
Es una obligación del llamado Comité Organizador, decir que se está haciendo y cada cierto tiempo, informar los gastos en que se está incurriendo, para evitar que no se desvíe ni un centavo del objetivo trazado.
Para cuando se haga un análisis contable, se sepa en qué y como se invirtió.
Ello, debido a que aquí, hay gente que maneja grandes recursos del Estado, que no sabe explicar, el monto y la estructura de sus extraordinarios patrimonios personales.